El número de familias que recibe alimentos de la Cruz Roja de Alcoy cayó en 2017 un 55%, pasando de 876 del año anterior a 387. Los programas de reinserción laboral son la principal causa que provocó un descenso tan acusado y que, por otro lado, facilitó la contratación de un centenar de personas. La entidad también ofrece otro tipo de ayudas puntuales para la compra de butano o medicamentos y el pago de recibos de agua y luz, entre otros.

La Cruz Roja presentó ayer el balance de 2017, en el que destaca el descenso de usuarios del banco de alimentos. En este sentido, la entidad atendió a un total de 387 familias, frente a las 876 de 2016, lo que supone una caída del 55%.

Dicho servicio forma parte del programa de «Lucha contra la pobreza» y tiene como objetivo dar respuesta a las necesidades específicas de alimentación en aquellas situaciones de emergencia social generadas por crisis socio-económicas. Si bien es cierto que en los últimos años se ha producido un notable incremento del número de familias que recurría al banco de alimentos, el cambio de requisitos y un nuevo modelo de trabajo enfocado a dar solución a la base del problema ha propiciado un acusado descenso en 2017

«El año pasado nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento para explicarles que éste no era el camino, que queríamos intervenir, pero también evitar que se cronofique la ayuda», explicaron el presidente de la asamblea local, Juan Cortés, y el coordinador, Pablo Granados.

Por ello, desde la Cruz Roja se han puesto en marcha varios planes de empleo, con el objetivo de que los usuarios puedan formarse y encontrar trabajo para dar solución a su situación de vulnerabilidad. El proyecto se denomina «Itinerarios Sociolaborales para Familias en Situación de Especial Dificultad» y busca el acceso al mundo laboral de todos los miembros de la unidad familiar que estén en desempleo. El punto de partida es el análisis y diagnóstico de empleabilidad, seguido de un ajuste entre capacidades, intereses y competencias de cada uno de los miembros.

En 2017 un total de 87 personas participaron en las sesiones individuales y grupales, así como 37 en las reuniones familiares. Veintitrés asistieron a los cursos de Manipulador de Alimentos, 25 a los de Manipulador de Alérgenos, 19 obtuvieron el carné de Carretilla Elevadora y 15 completaron el curso de Capacitación de 100 horas.

Todo ello permitió la reinserción de 46 personas -24 mujeres y 22 hombres-, a las que cabe sumar otras 64 que encontraron trabajo gracias a otro tipo de ayudas. En total, un centenar de usuarios de la Cruz Roja logró un contrato el pasado año.

«Estamos satisfechos porque con el programa anterior se resolvía una necesidad, pero no el problema», manifestó Cortés.

Además, la entidad cuenta con otro tipo de ayudas puntuales para «dar un respiro» a las familias a la hora de hacer frente a gastos básicos como recibos de luz y agua, compra de medicamentos, material escolar y ortopédico o butano, entre otras, y minimizar las cargas económicas en situaciones de riesgo social.