Un centenar de personas logró encontrar trabajo en 2017 gracias al programa de reinserción laboral de la Cruz Roja de Alcoy. La entidad pretende ayudar a las familias que se encuentran en riesgo de exclusión social a través de la formación y la orientación. Los esfuerzos en esta línea también implican cambios en el servicio del banco de alimentos, ya que «no sólo queremos cubrir una necesidad, sino solucionar el problema», tal y como han explicado el presidente de la asamblea local, Juan Cortés, y el coordinador, Pablo Granados.

El balance de 2017, por tanto, «es positivo», dado que han logrado que el número de familias que recibía alimentos descienda considerablemente, al mismo que tiempo que más de 80 personas asistieran a las sesiones individuales y grupales de orientación laboral y a los diferentes cursos impulsados por la entidad.

A grandes rasgos, la Cruz Roja de Alcoy atendió en 2017 a un total de 2.463 personas, tanto de la ciudad como del resto de poblaciones de la comarca, en los diferentes programas de intervención social, en los que se incluyen afectados por enfermedades mentales, personas con discapacidad, infancia, inmigrantes, mujeres, personas mayores o en situación de extrema vulnerabilidad y población reclusa.