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Banyeres presume de patrimonio

La rehabilitación de parte de la antigua fábrica papelera del Molí Sol permite abrir un centro de interpretación del río Vinalopó para complementar la Ruta dels Molins

El edificio anexo al antiguo Molí Sol, el que albergaba la báscula, y que hoy es el centro de interpretación del río Vinalopó. juani ruz

La cabecera del río Vinalopó cuenta con numerosas fábricas e infraestructuras hidráulicas, fruto del pasado industrial de Banyeres. El Molí de l'Ombria es la construcción más antigua y data de 1779, pero hay muchas otras, como el Molí del Partidor, el Molí Serrella, el Molí Sol, el Molí Torró, el Molí Pont y el Molí l'Espenta. Todos ellos, junto a fuentes, galerías drenantes, sistemas de azud y acequias, conforman la Ruta dels Molins, un recorrido en el que se entrelaza la cultura y el entorno natural de esta población.

La rehabilitación de parte de la antigua papelera del Molí Sol, en concreto el edificio que albergaba la báscula, ha permitido al Ayuntamiento abrir un centro de interpretación del río Vinalopó para completar la Ruta dels Molins. El objetivo, asimismo, es dar a conocer la importancia del pasado industrial y del aprovechamiento del agua y fomentar el turismo.

El conjunto fabril cuenta con construcciones muy deterioradas, pero el elevado coste de su rehabilitación ha impedido hasta la fecha llevar a cabo las obras. Si bien es cierto que, gracias a una subvención de la Conselleria de Cultura, a principios de 2016 se iniciaron las trabajos para recuperar una pequeña parte del conjunto arquitectónico del Molí Sol. Se trata de un pequeño espacio en el que, tras su adecuación, han colocado paneles en los que, de una forma muy gráfica, se explica al visitante que la Ruta dels Molins fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en marzo de 2016 por la Generalitat, reconociendo la categoría de Espacio Etnológico. La distinción, asimismo, supuso la puesta en valor de las antiguas fábricas papeleras e infraestructuras hidráulicas situadas en la cabecera del río Vinalopó.

Pero también se explica que su recorrido es de 81 kilómetros y que nace en la Sierra de Mariola, entre Bocairent y Banyeres, desembocando en las Salinas de Santa Pola. La curiosa historia del partidor de las aguas, el trazado de la ruta y los encantos de la naturaleza y la fauna se suman a la información a la que tiene acceso el visitante en el centro de interpretación, sin dejar de lado la breve explicación de las balsas de decantación.

Desde la oficina de turismo explican que «este espacio no se puede entender por sí solo, ya que forma parte del recorrido». Recientemente, el Ayuntamiento ha recibido una subvención para señalizar su ubicación en las rotondas de entrada al municipio desde Villena y Biar, y «ahora falta establecer un horario». En este sentido, las citadas fuentes han indicado que ya se está trabajando para poder abrir el centro de forma regular a partir de Semana Santa.

El objetivo, en cualquier caso, es continuar restaurando el conjunto fabril, a fin de recuperar el patrimonio y, a su vez, ponerlo en valor para atraer a un mayor número de visitantes.

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