Un informe realizado por el Consorcio Provincial de Bomberos refleja que el número de hectáreas calcinadas se redujo un 95% a lo largo del pasado año, pasando de 120 en 2016 a solo cinco en 2017, un porcentaje que sin duda deja claro que las actitudes cívicas de la ciudadanía y las buenas condiciones meteorológicas han dado un respiro a las montañas de las comarcas de la Foia de Castalla, l'Alcoià y el Comtat.

El suboficial jefe de la zona operativa de La Montaña, Antonio Córdoba, destaca que «estos datos son muy alentadores pero no hay que bajar la guardia, por lo que se debe seguir con las campañas de prevención y concienciación a la ciudadanía».

Esta memoria también indica la cifra total de intervenciones por parte del colectivo de bomberos en las comarcas del Comtat, l'Alcoià y la Foia de Castalla, mostrando un importante incremento a lo largo de 2017, con 988 actuaciones, respecto a las 772 que llevó a cabo durante el 2016. En referencia a estos datos globales, Córdoba resalta que aunque han crecido en número, «las intervenciones realizadas han sido de menor envergadura, por lo que por suerte no se ha registrado ninguna catástrofe o situación de gran envergadura o peligro».

Entre los municipios con más actuaciones sobresalen Banyeres, que pasó de 12 en 2016 a 32 en 2017; Castalla, que registró 25 en 2016 y 56 en 2017; e Ibi, que pasó de 91 a 148. Estas cifras muestran como en estos tres municipios los incidentes crecieron más de un 50%, aunque ninguno de ellos fue de gran impacto.

Además de los anteriores, también destacan localidades como Alcoy, que pasó de 364 intervenciones en 2016 a 445 en 2017, o Beniarrés, que duplicó casi la cifra, pasando de ocho a 14. Cocentaina también incrementó el número de 70 a 91, mientras que Onil pasó de 14 a 24 actuaciones.

Como destacan las cifras del informe, no todo fueron subidas en lo que respecta a las intervenciones del Consorcio Provincial de Bomberos. También se registraron municipios con descenso de incidentes, entre los que figuran Penàguila -bajó de 14 en 2016 a tres en 2017-, Millena -de cuatro los redujo a dos- o Benilloba, que de 17 descendió hasta cinco.

Además, también cabe resaltar municipios como Benillup, Benimassot, Fageca o Tollos, en los que no anotaron ningún incidente en su marcador en ninguno de los dos años que refleja el estudio.

En cuanto a las cifras totales de incendios, el mayor número fue de tipología rural. En este apartado se anotaron 50 en 2016 y 63 el año pasado. Los guarismos se duplicaron en lo que respecta a los fuegos forestales, pasando de 18 a 31, mientras que los producidos en edificios oficiales disminuyeron de seis a dos.

Cifras en accidentes de tráfico

Los datos registrados en este tipo de actuaciones también sufrió un aumento en 2017 respecto a 2016, aunque como se destaca al principio de la memoria, ninguno de máxima gravedad. En 2016, se produjeron un total de 61 accidentes, mientras que en 2017 se registraron 86. Del total, el 50% representaron peligro en vía. En cuanto a los heridos, en 2016 hubo siete accidentes con estas causas, mientras que el pasado año aumentaron a nueve.

Al respecto de este tipo de incidentes, Antonio Córdoba destaca que su intervención ha sido requerida para la extracción de personas por seguridad, ya que la modernidad actual de los vehículos reduce las complicaciones de los accidentes que se producen en la actualidad.

Por lo que respecta a los rescates en montaña, se anotaron 18 en 2016 y 27 en 2017. El año pasado no tuvieron que realizarse búsquedas de personas o animales a diferencia de 2016, año en el que se realizaron un total de cuatro.

En definitiva, un balance comparativo con aumento de cifras pero mejora de la envergadura.