El Casal de San Jorge acogió ayer un curso de formación para el manejo de armas y explosivos en los actos de disparo de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy. En total, un centenar de personas acudieron a esta jornada formativa con el objetivo de conocer la nueva normativa que regula estos acontecimientos festeros. La sesión, organizada conjuntamente por la Asociación de San Jorge y el Instituto Tecnológico del Textil (AITEX), fue impartido por José Gisbert, miembro de la Filà Llana, y Lucía Martínez, de la Marrakesch. Ambos explicaron los conceptos más importantes para poder participar en los disparos el próximo abril.

El temario impartido ha sido realizado por AITEX y supervisado por la Asociación de San Jorge y el Ayuntamiento, quienes enviaron el temario a la Subdelegación de Gobierno para ser aprobado. A su llegada al Casal, a los asistentes se les entregó un «dossier» en el que se especifican todos los conceptos teóricos que marca el nuevo Real Decreto que el regula el Reglamento de Explosivos, así como todas las particularidades de los alardos de la ciudad. El presidente de la Asociación de San Jorge, Juan José Olcina, daba la bienvenida a los asistentes e incidía en la importancia de la jornada formativa para poder realizar los actos de disparo, que son sin duda una seña de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.

Durante las explicaciones, los formadores incidieron sobre todo en el buen manejo tanto de la cantimplora como del trabuco. En especial, se ha prestado gran atención al funcionamiento de la cantimplora, que sufrirá cambios de cara a la próxima trilogía festera. En la entrega de pólvora el recipiente se entregará sellado con unas bridas para evitar que el festero pueda manipular el explosivo. La numeración estará además asignada con los datos de la persona tiradora o porteadora.

De esta forma, cuando se realice el trasvase de pólvora a las cantimploras cada una incluirá dos kilos de explosivos, cantidad permitida por cada festero. Este utensilio será suministrado por parte de la asociación siempre que el festero quiera; en caso de disponer de una cantimplora propia se acudirá a la zona de reparto y, una vez vertido el explosivo, se precintará con una pegatina amarilla en forma de aspa, también numerada y que verificará que la cantimplora no ha sido abierta. Si se manipula esta pegatina también se aplicará el régimen de sanciones especificado en la normativa.

También se detallaron las medidas de seguridad, entre las que destaca el hecho de que los participantes podrán tener los explosivos un máximo de 72 horas desde el inicio del reparto hasta el inicio del último acto de arcabucería. Además, se deberá tener también en cuenta que cada tirador podrá tener una cantidad máxima de 4 kilos en su domicilio particular. Por supuesto, todos los participantes deberán tener la licencia de armas de avancarga y la experiencia necesaria o este curso formativo que acredite las nociones básicas para el uso de armas. Cuando finalicen los actos de disparo, la pólvora deberá ser devuelta al proveedor o eliminada según la normativa.

En caso de que los participantes incumplan las disposiciones del reglamento se ejecutarán las correspondientes sanciones, que se dividen en tres niveles dependiendo de la gravedad de la falta cometida. La cuantía de estas penalizaciones oscilará entre los 100 y los 600.000 euros, dependiendo de si es leve, grave o muy grave.

Dos sesiones más

Las jornadas de formación en el manejo de la pólvora para festeros tendrán otras dos sesiones más, previstas para los días 27 de enero y 3 de febrero. La cita de ayer fue un gran éxito, como pone de manifiesto la cifra de 258 festeros inscritos, aunque el plazo de participación en las próximas jornadas sigue abierto. Desde la Asociación de San Jorge agradecieron la gran disposición de los festeros para que los actos del alardo se ajusten a la nueva normativa y puedan realizarse de forma brillante el próximo 24 de abril. También destacaron la colaboración de AITEX para la realización de este curso.