Alcoy va a hacer las paces con su importante pasado industrial, después de años y años de vivir de espaldas al mismo. El Ayuntamiento anunció ayer una inversión de 1,5 millones de euros para la recuperación del complejo arqueológico del Molinar, considerado como la cuna de la industrialización valenciana. El plan incluye la creación de un centro de interpretación con tecnologías de realidad virtual en Els Solers, así como la consolidación de los dos edificios fabriles situados en el mismo punto. También está previsto actuar sobre la cúpula del acuífero, así como recuperar la red hidráulica que prestaba su fuerza motriz a las empresas. Una ambiciosa iniciativa que se ejecutará entre 2018 y 2019, y que una vez finalizada se espera que genere un impacto de 70.000 visitantes anuales.

Fue en el siglo XV cuando en la cabecera del río Molinar empezaron a asentarse los primeros molinos harineros y batanes, con el objetivo de aprovechar la energía que generaba la fuerza del agua. A partir de ahí, y de forma paulatina, se fueron incorporando cada vez más industrias, hasta convertirse en la cuna de la industrialización valenciana. El enclave acogió una gran actividad, hasta que alrededor de 1960 fue abandonándose de forma paulatina al no depender ya las empresas de la fuerza motriz del agua y buscar otros emplazamientos mejor comunicados y sin tantas limitaciones físicas.

Los antiguos edificios fabriles, con todo, han perdurado en la zona, aunque sometidos a un profundo abandono que ha derivado en su consecuente degradación. Y todo ello pese a que el conjunto de arqueología industrial está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y exceptuando algunas actuaciones, como la llevada a cabo hace una década por el Ministerio en la denominada fábrica de Els Solers, a la que se le instaló tejado y cerramientos.

Con el objetivo de detener el deterioro y además hacer justicia con la importancia de este complejo, el Ayuntamiento anunció ayer un ambicioso proyecto presupuestado en 1,5 millones de euros, cuya ejecución está programada para este año y el próximo.

Según explicaron el alcalde, Antonio Francés, y la concejal de Patrimonio y Turismo, Lorena Zamorano, la actuación se va a desarrollar en las fábricas denominadas de primeras aguas, es decir, las más próximas al acuífero del Molinar. El inmueble de Els Solers, en concreto va a acoger un centro de interpretación de la industria en Alcoy y en la Comunidad Valenciana que estará dotado con los últimos avances en realidad virtual, de manera que los visitantes podrán visualizar en tres dimensiones cómo eran estas fábricas cuando estaban en funcionamiento. También habrá paneles explicativos, aulas, talleres e incluso una cafetería.

Red hidráulica

El Ayuntamiento también intervendrá en el Molí Vell y el Molí de Ferro para consolidarlos y evitar que la degradación vaya a más, así como en la cúpula del acuífero. De igual forma, está prevista la recuperación de la antigua red hidráulica de la que se abastecían las fábricas para el funcionamiento de las máquinas, la cual estará operativa a través de una red de bombeo circular. Para ello se restaurarán dos grandes ruedas hidráulicas.

Otras actuaciones previstas son el acondicionamiento como ruta ciclopeatonal del acceso por la carretera del Molinar, y la habilitación de un aparcamiento para autobuses en la parte superior del complejo arqueológico.

El gobierno municipal prevé financiar las obras a través del programa Edusi y también con una subvención que ha sido solicitada a la Generalitat. En cualquier caso, e independientemente de que llegue esta ayuda o no, el ejecutivo tiene el firme compromiso de ejecutar las obras entre este año y el próximo.

Francés resaltó que el impacto que se espera que genere este proyecto, una vez esté finalizado, es de unos 70.000 visitantes al año. Según sus palabras, «la iniciativa tendrá una triple vertiente, como es la cultural, la turística y la de investigación. En Europa el turismo en materia de arqueología industrial está en alza, y estamos convencidos de que el Molinar y tiene un potencial impresionante.

Esta será la primera fase de un plan más amplio, que busca consolidar de manera paulatina y a través de sucesivas fases el resto de fábricas situadas junto al río.