El paje de sus Majestades anunciaba su llegada y cumplía la tradición de «La Bandeja». Tras este acto Melchor, Gaspar y Baltasar acudían a la parroquia de El Salvador para realizar la adoración a Jesús en la Iglesia de Santa Maria y el Convento de los Franciscanos.

Tras todos estos actos se iniciaba el desfile que cada año reúne más cantidad de público.

Una Cabalgata que fue posible gracias a la participación de los más de 200 colaboradores, entre los que destacaron la Filà Contrabandistas y la Peña Madridista «El Comtat».

La mágica noche finalizó en la Plaza de «El Pla» donde tuvo lugar la Adoración delante del Palau Comtal, un acto que cada año suma emoción y es seguido por cantidad de público.