Amistad, felicidad y amor. Son los tres pilares sobre los que un grupo de jóvenes sajeños comenzó a forjar, hace un cuarto de siglo, la historia del cuartelillo «Los Discretos». Eran tiempos de vértigo, con más corazón que cabeza, y en apenas diez minutos cerraron la compra de una casa señorial, no exenta de misterio, situada en pleno corazón del casco histórico de Sax. Para ello tuvieron que recurrir a sus menguados ahorros, a la ayuda de la familia y a los «préstamos» de los amigos. Pero al final el entusiasmo pudo con la razón y el sueño se hizo realidad. Pero no fue empresa fácil ya que ellos mismos se encargaron de restaurar el caserón, a pico y pala, sábado tras sábado, durante años.

Nada más comprar la vivienda de la calle San José, hoy convertida en discreto cuartelillo, ya se dispusieron los amigos a pasar la fiesta en ella. Pero solo quedaba un mes para que comenzara la celebración de San Blas. Carecían de muebles, vajilla y las más mínimas condiciones aunque tenían lo más importante: una enorme ilusión por compartir bajo su techo, y en compañía de sus familias, todo lo relacionado con los Moros y Cristianos de Sax.

Pasaron los años y la «guarida» de «Los Discretos» se convirtió en una fiesta constante de bautizos, cumpleaños, comuniones, cenas de Nochevieja, meriendas de «mona», bailes de Carnaval, visita de los Reyes Magos, comida-homenaje a los padres, serenatas, tertulias, alboroques, embajadas y largos encuentros gastronómicos del Cabildo y San Sebastián.

Las familias comenzaron a crecer hasta llegar en la actualidad a 25 hijos, como 25 son los años que ha cumplido el cuartelillo. Una efeméride que se celebró ayer con misa, pasacalles, cena, baile, discursos, homenajes, sorpresas y un brindis muy especial en el que los discretos padres emplazaron a sus discretos hijos a defender juntos lo que juntos han creado. «Seguir mirando hacia adelante, pues ello va impreso en vuestro ADN, y mantener viva la ilusión de una nueva etapa que comienza en este mismo momento, sin haber terminado la anterior». Así fue el emotivo brindis. Desgraciadamente no todo han sido alegrías. También han tenido que superar problemas, vicisitudes y tristes ausencias que todos llevan muy presentes en el corazón. Y especialmente anoche, en una velada de risas y lágrimas de plata, con «A mi manera» de Frank Sinatra como banda sonora. El tema con el que se identifican.

Aunque «Los Discretos» también son humildes su solera festera les avala. Cuentan en su haber con decenas de pajes, reinas y capitanes de verdad, amantes de los Moros y Cristianos incluso de otros pueblos, como Elda, con una abanderada y un capitán infantil. También han ostentado responsabilidades tanto en la Mayordomía de San Blas como en sus respectivas comparsas, y precisamente en este 2018 ostentan la capitanía de los Cristianos y pueden presumir de Reina Mayor y dama de los Turcos.

De amistad, felicidad y amor están hechos los tres pilares con los que un grupo de amigos ha logrado mantener en pie, durante 25 fiestas de San Blas, un cuartelillo que forma parte de la historia de dos generaciones y un pueblo.