Tirisiti, uno de los personajes más característicos de la Navidad en Alcoy, se reúne con sus antepasados. Y es que la familia Peidro, una de las que representó durante años el belén, ha donado al Ayuntamiento tres figuras de finales del siglo XIX para que formen parte del patrimonio local. Los títeres, el más grande y mejor conservado es Tirisiti, estarán expuestos en la entrada del Teatro Principal durante toda la campaña navideña, a fin de que todos los espectadores del tradicional retablo puedan conocer las tres piezas antiguas.

El Teatro Principal de Alcoy fue el escenario elegido para materializar ayer la donación de tres figuras del Belén de Tirisiti de finales del siglo XIX. Sin duda, la sala era el mejor lugar, ya que es desde hace años la casa de Tirisiti y el escenario en el que se desarrolla el retablo navideño.

José Peidro, acompañado por gran parte de su familia, hizo entrega de los títeres al alcalde de Alcoy, Antonio Francés, quien manifestó que «desde este momento forman parte del patrimonio de todos los alcoyanos». El primer edil destacó la importancia de la donación, ya que «Tirisiti es nuestro embajador y cada año atrae a miles de niños acompañados por sus familias, uno de los emblemas más importantes de la ciudad».

Asimismo, agradeció a la familia Peidro que durante tanto años haya conservado «estas figuras centenarias» y añadió que «estamos muy contentos de poder tener este patrimonio expuesto durante la campaña de Navidad».

Francés explicó que las piezas formarán parte de la muestra de los títeres que visten los trajes de las 28 filaes de Moros y Cristianos, justo antes de pasar al patio de butacas. De este modo, todas las personas que asistan al belén podrán conocer al «abuelo» de Tirisiti.

Según contó la familia durante el acto de donación, a principios de 1900 habían tres belenes, pero la familia Esteve los compró e hizo uno. Durante años se encargaron de la representación del retablo, hasta que en 1968 lo adquirió Rafael Coloma y lo cedió a José Peidro, quien se encargó de las funciones hasta que se lo quedó la entidad Amigos y Damas de los Reyes Magos.

«El precio que se pagaba por ver el belén era casi simbólico, por ello llegó un momento que no resultaba rentable y se decidió no montarlo y desmontarlo todos los años», pero, la mala suerte quiso que «el 22 de agosto de 1975 la fuerte lluvia provocase el derrumbe del barracón».

José Peidro, tras años de tristeza, un día decidió entrar a las ruinas y logró rescatar a Tirisiti y otras dos figuras, las cuales ha conservado y cuidado hasta ayer, cuando las entregó al Ayuntamiento.

«Nosotros no vivíamos la Navidad como el resto de las familias, la vivíamos a través de Tirisiti, hacíamos hasta 20 funciones diarias y pasábamos muchísimo frío», recuerda una de las hijas de Peidro.

Ante estas anécdotas, Francés recalcó que «no sólo nos hacen entrega de tres figuras, sino de una parte de sus vidas. Gracias a ellos se conservan y sé que es muy difícil deshacerse de ellas».

El director del teatro, Joanfran Rozalén, recordó que fue la familia Peidro la que enseñó a La Dependent cómo representar el belén.