La decimoctava peregrinación del Nostre Senyor Robat reunió ayer a cerca de 300 vecinos de la Foia de Castalla. Un tradicional acto que recuerda el robo y posterior hallazgo de la Sagrada forma en 1824.

Los peregrinos se reunieron a primera hora de la mañana en Onil para dirigirse hacia Tibi, desde donde se realiza la salida oficial. El ambiente festivo impregnaba la jornada y poco a poco la concentración de participantes se agolpaba en la plaza de España de Tibi para oficiar la salida hacia Onil. Previo al inicio se realizó la tradicional chocolatada con la que los participantes pudieron coger fuerzas antes de emprender el camino. Tras la bendición a cargo del párroco local arrancaba la peregrinación que concluyó en la parroquia de Onil.

En cabeza, el estandarte, que fue el encargado de guiar en el camino a los peregrinos, todos ellos ataviados con unas pañoletas que reflejaban la celebración de este evento.

La primera parada se realizó en el municipio de Castalla, momento en el que los caminante aprovecharon para descansar unos minutos y coger energía para afrontar el último tramo que circuló por la Ermita de la Pedrera, para concluir posteriormente en la parroquia de Onil. Tras la llegada al municipio se oficiaron unas palabras de bienvenida que resaltaron la devoción e importancia de la reliquia.

Al finalizar el recorrido, una gran cantidad de peregrinos y visitantes se acercaron a contemplar la Sagrada Forma, un signo que demuestra el fervor que muchos vecinos sienten en esta tradicional jornada festiva. También pudieron disfrutar de un pequeño refrigerio en el Palacio Municipal de este municipio.

La afluencia de participantes fue numerosa, en una jornada que, si bien más fría que las anteriores, respetó el acto. Además del sol, gran cantidad de jóvenes y niños alegraron la peregrinación, aspecto que traslada la tradición de las familias de la Foia que inculcan a los más pequeños fiestas arraigadas y que en un futuro ellos tendrán que continuar.

Agradecimientos

Desde la entidad organizadora se mostraban muy contentos con la cantidad de participantes que hacen posible que la peregrinación se lleve a cabo y sea un éxito. También daban las gracias a todos los colaboradores que ponen su granito de arena junto con la organización para que la actividad se lleve a cabo.

La ruta que transcurrió por los términos municipales de Tibi, Castalla y Onil, fue completada por todos los participantes sin reseñar incidentes. Un total de dieciocho kilómetros de devoción, fervor y recuerdo que marca el calendario de la Foia año tras año.

La peregrinación ha ido abriéndose hueco entre las tradiciones de la Foia de Castalla y ya es una cita imprescindible del calendario de la comarca, rememorando los hechos del robo y posterior hallazgo de la Sagrada Forma. El tiempo acompañó a los participantes en la caminata del domingo, y aunque con unas temperaturas un poco más bajas que los días anteriores, el acto se desarrolló sin problemas y en medio de un buen ambiente general.