La vanguardia y la tradición se dan la mano en la Fira de Tots Sants de Cocentaina. El certamen más antiguo de España, y uno de los más grandes, ha sabido adaptarse a los tiempos manteniendo sus orígenes e incluyendo, desde 2014, los últimos avances tecnológicos. La feria caballar desde hace años se ha convertido en un reclamo para los más pequeños, mientras que el área tecnológica ha afianzado su presencia en el evento y en esta edición se ha trasladado a una calle más amplia y cuenta con una distribución renovada.

La compra y venta de animales y de utensilios para el trabajo en el campo fue en 1346 el origen de la Fira de Tots Sants de Cocentaina. Una tradición que aun hoy se conserva, a pesar de que los tiempos han cambiado. La plaza del Pla de la Font es el espacio dedicado a la feria caballar, donde cada edición participan numerosos criadores de caballos, ponis y burros, así como hay expositores de material para la monta, entre otros.

Esta zona cuenta con 4.900 metros cuadrados y acoge también el Porrat Valencià. Cada criador dispone de un espacio delimitado para sus animales, los cuales se han convertido en un auténtico reclamo para los más pequeños. A pesar de que resulta atractivo tocarlos, la organización ha instalado este año carteles que prohíben hacerlo, ya que son animales que están acostumbrados a estar en espacios grandes y abiertos y que, por tanto, durante los días de feria «están muy estresados».

Algunos propietarios aseguran llevar «toda la vida viniendo» al certamen, mientras otros apenas hace cinco años. En cualquier caso, todos coinciden en que «antiguamente se vendía mucho, ahora la venta de animales en las ferias es muy floja». Aún así, la tradición se mantiene y todavía se producen transacciones, de hecho, uno de los criadores mostraba una yegua de pelaje blanco que «ya está vendida».

La imagen cambia por completo cuando el visitante abandona el Pla de la Font, adentrándose en la época medieval y encontrando a su paso multitud de expositores con una oferta de lo más variada y en la que la gastronomía siempre está presente. Sin embargo, el constante crecimiento de la feria, tanto en superficie como en su oferta, hizo posible en 2014 que la organización incluyese una zona dedicada a la tecnología y a la innovación en la que estuviesen presentes empresas e instituciones punteras.

El Campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) es una de las instituciones que está presente desde el primer día, dando a conocer, a través jóvenes investigadores -lo que ellos denominan generación espontánea-, los últimos proyectos en materia de robótica, impresoras 3D, creación de videojuegos y realidad virtual. La universidad, además, cuenta este año con la presencia de un nutrido equipo de estudiantes franceses que están participando activamente en las actividades del centro.

El éxito cosechado en estos cuatro años ha llevado a la organización del certamen a trasladar la zona Innovación y Tecnología a la calle Ausiàs March, a fin de disponer de mayor espacio. En concreto, las once empresas e instituciones que participan ocupan una superficie total de 1.190 metros cuadrados y cuentan con una distribución renovada.

En esta edición, además, se ha incorporado el Instituto Tecnológico del Textil (Aitex), que cuenta con un amplio stand con información y los últimos proyectos en los que están trabajando. La empresa 4True Models, de impresoras 3D, continúa participando y se suman otras, como Replus, de cerramientos de última generación, Agrodisa, de biotecnología agrícola, Eurona, de telecomunicaciones, BHT, de ingeniería tecnológica, Hylinders Solutions, de cilindros hidráulicos, Robotikids, de robótica educativa, y FACSA, FOBESA y FOVASA, de gestión integral del ciclo del agua y del medio ambiente.

Este espacio atrae desde el primer día a numerosas personas, dado lo atractivos que resultan los últimos avances tecnológicos. En la mayoría de estands, además de ofrecer información sobre la empresa y los productos, disponen de prototipos para que el visitante pueda tocarlos y probarlos. Un ejemplo de ello son los robots del Campus de Alcoy de la UPV, así como las gafas de realidad virtual con las que se puede jugar a un videojuego que han creado un grupo de alumnos.

La Fira de Tots Sants de Cocentaina, así pues, es un ejemplo de que la vanguardia puede estar unida a lo tradicional. Durante siglos, los organizadores han sabido adaptarse a los tiempos, ampliando la superficie e incluyendo las últimas novedades de todo tipo de sectores, pero siempre sin dejar de lado sus orígenes y manteniendo la costumbres de la población.