La 671 edición de la Fira de Tots Sants de Cocentaina ya es una realidad, y todo parece indicar que puede convertirse en una de las más multitudinarias de la historia. Miles de personas abarrotaron ayer las calles del municipio atraídas por los múltiples alicientes del certamen, conformando una cifra que se incrementará hasta límites insospechados por las cinco jornadas de duración. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, fue el encargado de inaugurar el evento, anunciando que será declarado Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial en 2018.

El apoyo institucional ha regresado a la Fira de Tots Sants y parece que para quedarse. Tras años de ninguneo, el cambio de gobierno en la Generalitat ha propiciado que la normalidad se haya recuperado en este plano, y que los principales dirigentes autonómicos acudan año tras año al evento.

Ayer fue el jefe del Consell, Ximo Puig, el que volvió a estar presente en la inauguración, encabezando una comitiva en la que también estaban presentes los consellers de Economía y Hacienda respectivamente, Rafael Climent y Vicent Soler, directores generales, secretarios autonómicos y una larga lista de alcaldes y diputados. También acudió a la cita el subdelegado del Gobierno, José Miguel Saval.

Tras la lectura del Privilegi por parte del presidente de la Abogacía Valenciana, Juan José Tortajada, Ximo Puig, acompañado por la alcaldesa Mireia Estepa y la concejal de Fira Mariona Carbonell, anunciaba que los trámites para la declaración del certamen como BIC se consumarán el próximo año. «Será -dijo- un reconocimiento oficial, pero en realidad la Fira ya es un bien de interés cultural por su historia, sus raíces y alicientes. Durante estos cinco días Cocentaina en la capital de la Comunidad Valenciana».

Respecto a la financiación, Puig indicó que «contamos con una partida genérica para todos los eventos en una línea de carácter competitivo. En cualquier caso, con toda nuestra capacidad vamos a respaldar a la Fira, dándole también visibilidad con la reapertura de la televisión autonómica».

El presidente del Consell ligó este asunto con la falta de financiación que sufre la Comunidad por parte del Estado y la manifestación programada para el día 18. «No vamos en contra de nadie. Sólo queremos lo que nos pertenece», subrayó.

La alcaldesa, por su parte, agradeció la asistencia del presidente de la Generalitat y los consellers, «lo que nos hace ver que contamos con todo el apoyo».

La asistencia de visitantes fue masiva durante toda la jornada, hasta el punto que llegaron a registrarse colas en la autovía en momentos puntuales, y los aparcamientos estaban llenos a rebosar. Y todo por los múltiples alicientes del certamen, el cual cuenta este año con 750 expositores que ocupan un total de 136.000 metros cuadrados. Mercado medieval, judería, zoco árabe, automoción, nuevas tecnologías, feria caballar y gastronomía son algunos de los atractivos que año tras año congregan a multitud de visitantes procedentes no sólo de la comarca, sino de toda la provincia de Alicante y del sur de València.

Entre las novedades de esta edición destaca la ampliación de la superficie en 9.760 metros cuadrados, ocupando la parte alta del País Valencià. Esta zona se ha dedicado al sector de automoción y de maquinaria agrícola que, sumado al espacio habitual del Passeig del Comtat, cuenta con una oferta más variada.

Los contestanos salieron a la calle a primera hora de la mañana para disfrutar del tradicional «esmorçar de Fira» y del desayuno popular que cada año organizan las amas de casa en el Pla de la Font. No obstante, momentos antes de la inauguración ya se podía ver a multitud de visitantes recorriendo las diferentes zonas e interesándose por los numerosos y variados productos expuestos.

En esta ocasión, además, se ha instalado un área dedicada a los deportes «outdoor» en la calle Roger de Llúria, así como «foodtrucks» en la zona de ocio de Sol a Sol. Aunque en menor proporción, estas novedades también han supuesto un aumento de 1.415 metros cuadrados.

La mayor concentración de público se produjo después de las doce de la mañana y en las horas centrales de la tarde. Durante ese tiempo, las calles de Cocentaina estuvieron abarrotadas de gente, los accesos a la población registraron colas de vehículos y los aparcamientos estuvieron abarrotados. De hecho, fueron muchos los que finalmente optaron por dejar los coches en las cunetas. El servicio de bus-lanzadera desde el parking del Decathlon y la estación de ferrocarril estuvo funcionando durante todo el día, llegando al lleno en momentos puntuales de la jornada.

Tanto hoy como mañana viernes se espera que sean días más tranquilos. En el caso concreto de hoy jueves es sólo fiesta local, por lo que serán los contestanos los que tendrán el privilegio preferente de disfrutar de su Fira. En cualquier caso, se espera que lleguen también visitantes de manera significativa, sobre todo a través de grupos organizados. El fin de semana, de nuevo, la asistencia volverá a ser masiva.