El pleno del Ayuntamiento de Alcoy aprobó en la noche de ayer los nuevos tributos y precios públicos para 2018. Lo más destacable es la nueva rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que quedará en el 1,01%, y el incremento del 1% para las tasas, medio punto por debajo del IPC. La propuesta del gobierno municipal socialista salió adelante con un amplIo respaldo por parte de los partidos de la oposición.

La concejal de Hacienda, Vanessa Moltó, explicó que la reducción del IBI, que pasa del 1,02% actual al 1,01%, permite alcanzar la cifra más baja desde 1992. En este sentido, enfatizó que el catastro de Alcoy es de los más bajos de la Comunidad Valenciana, y que los datos oficiales sitúan a la ciudad sensiblemente por debajo de la media en presión fiscal de España, con 455,57 euros por habitante frente a los 524,38 de los municipios de este tamaño.

La edil también destaco la línea que viene manteniendo el gobierno municipal desde la anterior legislatura y que ha continuado en la actual, bonificando a las familias con ingresos menores a 12.000 euros. En el caso del agua potable han sido 985 las familias que se han acogido, mientras que en el de la basura la cifra se ha situado en 1.298. Del mismo modo, las subvenciones implantadas por el gobierno para coadyudar en el IBI han beneciado a 1.332 familias con una bonificación total de 103.950 euros.

La regularización de los precios públicos y tributos municipales para 2018 es del 1%, lo que supone medio punto menos que el IPC. En palabras de Moltó, «hemos querido tener en cuenta los años de deflación, en que los impuestos han sido congelados». Con todo, en el caso del agua es del 1,41%, de acuerdo con la fórmula polinómica que se mantiene con la concesionaria del servicio.

Las tasas municipales que se regularizan son cementerio, grúa, basura, conservatorio, expedición de documentos, derechos de examen, licencias ambientales y de apertura, matrimonio, vados, dominio público y el uso del Àgora.

Otras modificaciones introducidas en los precios públicos afectan a los nuevos usos culturales en el Teatro Calderón, el bus de la fiesta y, como novedad, la inscripcción para los cursos del Gabinete de Normalización Lingüística.

También se amplía la bonificación para mejorar la sostenibilidad en el caso de vehículos eléctricos e híbridos, que pese a que ya contaban con ventajas, a propuesta de Compromís alcanzarán un 50% a partir del segundo año. Asimismo, se contemplan nuevas bonificaciones para incentivar la actividad en el centro histórico.

Los partidos de la oposición valoraron el proceso de presentación de enmiendas, pese a considerar que todavía es susceptible de ser mejorado. Guanyar lamentó que la rebaja en el IBI no se haya aplicado de forma progresiva, de manera que sea de mayor calado para las familias con menos ingresos, mientras que desde Ciudadanos respaldaron la reducción de dicho impuesto. El PP mostró sus dudas sobre la aplicación de una tasa para los bares que tengan una barra en el exterior, y Compromís defendió una reformulación del sistema aplicado en el caso del agua potable, de manera que se grave el consumo excesivo.