Las Fiestas de Alcoy volvieron ayer al sanatorio Fontilles, que da atención a personas que sufren lepra, situado en la Vall de Laguar. En esta ocasión, representantes de doce filaes protagonizaron la Diana y la Entrada de Moros y Cristianos en las inmediaciones del centro y la peña que organiza las actividades logró recaudar más de 10.000 euros, que irán destinados a la renovación del mobiliario del comedor.

Es el tercer año que la Peña Fontilles celebra en sábado el traslado de las Fiestas al sanatorio de la Vall de Laguar, después de que en las anteriores ediciones se produjese un importante descenso en la participación. Representantes de las filaes Realistas, Chanos, Domingo Miques, Judíos, Verdes, Almogávares, Guzmanes, Cruzados, Mozárabes, Navarros, Aragoneses y Andaluces acudieron a esta tradicional cita que se enmarca dentro del programa de actos del Mig Any.

El viernes por la tarde varios miembros de la entidad organizadora llegaron al sanatorio para preparar todo lo necesario, a fin de que ayer participantes, visitantes y usuarios del centro pudiesen disfrutar de los actos previstos. Una vez allí, realizaron una «entraeta» y la tradicional Nit de l'Olla, a modo de preámbulo.

La jornada ayer arrancó temprano con la interpretación del Himno de Fiestas. Los primeros festeros iniciaron la Diana en torno a las diez de la mañana al ritmo de pasodoble por las inmediaciones de la residencia.

Los cargos festeros, incluido el Sant Jordiet, continuaron los actos con la procesión y traslado de la imagen del patrón, San jorge, a la iglesia, donde tuvo lugar la santa misa. Una vez finalizado el acto religioso, accedieron a los pabellones para visitar a los usuarios que residen en el sanatorio, entregándoles obsequios.

«Entre festeros y visitantes han participado alrededor de mil personas», explicó el presidente de la Peña Fontilles, Sixto Zaragoza, quien se mostró «muy satisfecho» de cómo se desarrollaron los actos. «El día ha sido espléndido, todo ha ido muy bien y la gente nos ha acogido de maravilla», recalcó.

Después de una comida de hermandad para descansar y reponer fuerzas, en torno a las cuatro de la tarde dio comienzo la Entrada de Moros y Cristianos. Muchas de las personas que presenciaron la celebración procedían de poblaciones vecinas de la Marina Alta.

Con todo, la visita de las Fiestas a Fontilles tiene carácter solidario, dado que la entidad recauda cada año dinero para ayudar, en la medida de lo posible al sanatorio. En esta ocasión, los donativos superaron los 10.000 euros y serán invertidos en la renovación del mobiliario del comedor.