«Em diuen Anna i m'agrada menjar pizza». Así ha arrancado el cuarto curso de la Escola Municipal de Teatre para los más pequeños. La presentación es fundamental el primer día de clase, aunque lo cierto es que la gran mayoría ya se conoce, pues de los 89 niños y niñas matriculados repiten experiencia prácticamente todos, pues sólo 23 son nuevos.
La iniciativa surgió con un grupo mixto de once niños y niñas de entre 5 y 11 años y ligada al Teatro Principal de la ciudad. Año tras año ha ido creciendo y en tan sólo tres cursos la escuela tiene capacidad para acoger a un centenar de alumnos. Desde la dirección aseguran que «aunque el periodo de matrícula ha finalizado, vamos a dejar octubre de margen para completar los grupos». Algo que tienen muy claro es que «no queremos aumentar la ratio», a fin de atender y formar a los más pequeños en las mejores condiciones posibles. De hecho, en los grupos de tres años «no hay más de diez niños».
Los juegos de expresión corporal, el lenguaje, la psicomotricidad, la comunicación y el trabajo en grupo son los objetivos principales en los grupos con alumnos de entre 3 y 6 años, mientras que a partir de esa edad la dinámica de trabajo es más activa, con ejercicios de expresión y el juego dramático como base de la enseñanza.
De 8 a 12 años ya empiezan a aprender a utilizar el cuerpo para comunicar emociones, conceptos, ideas y textos, así como la voz correctamente para hablar, narrar, recitar o interpretar un texto. En esta fase, además, se inician en el conocimiento de diferentes técnicas de interpretación, en los distintos géneros teatrales y la creación de piezas.
La reconocida Rosa Fraj, titulada en la escuela de Magisterio de Alicante, actriz y directora de teatro, es la que se encarga de todos los citados grupos, así como los actores Pepa Miralles y Pep Sellés imparten las clases a los alumnos de entre 12 y 17 años. Éste último grupo trabaja la voz y la expresión corporal, la creación de personajes y los textos teatrales. Además, empiezan a tomar conciencia de otros elementos escénicos como la luz, la escenografía o la música, y a trabajar técnicas concretas. El origen y la evolución de las manifestaciones dramáticas a lo largo de historia es otra de las lecciones que aprenderán.
En esta etapa, la Escola Municipal de Teatre ha optado por dividir el grupo entre chicos y chicas de entre 12 y 14 años y de 14 a 17, tal y como destacan desde la dirección.
Los alumnos de 6 a 12 años prepararán un pequeño espectáculo para fin de curso, una actividad que, asimismo, formará parte del aprendizaje. Por su parte, los chavales de entre 12 y 17 años trabajarán en el montaje de escenas teatrales. «Los pequeños, de 3 a 5 años, el último día repiten delante de los padres algunos juegos que han realizado durante el año», ya que, según explica la escuela, «son muy chiquitines para preparar un montaje».
