La colonia de buitres leonados de Mariola en Alcoy tiene desde el pasado 10 de agosto un huesped inesperado, que además se ha integrado a la perfección. Se trata de un buitre de Ruppell, una especie africana en peligro crítico de extinción, que ayer fue marcada en el seno de un proyecto internacional que pretende realizar un seguimiento de sus movimientos y rutas migratorias.
El joven ejemplar llegó acompañando a un grupo de buitres leonados en su dispersión postnupcial, y ante su inesperada integración entre las aves que visitan asiduamente el muladar gestionado dentro de este plan de reintroducción, se empezó a fraguar un apasionante proyecto científico sin precedentes.
El objetivo es despejar algunas de las incógnitas que envuelven estas raras incursiones europeas de estos buitres subsaharianos, para lo cual, tras previa captura, se procedió ayer al marcaje de este visitante africano y a instalarle un sistema de geolocalización GPS con el objetivo de identificar el ave y analizar sus movimientos.
Al equipo científico, integrado por Alfonso Godino y Catarina Machado, ornitólogos español y portuguesa de Acción por el Mundo Salvaje (AMMUS), se sumó Àlvar Seguí Romà, técnico de la empresa Màquia, entidad gestora del muladar y que aporta sus sistemas de captura y marcaje alar. También participan el polaco Kordian Bartosku y su empresa Aquila, así como Heith Bildstein, responsable científico del Hawk Mountain Sactuary de Pensilvania.
Se cuenta, asimismo, con el asesoramiento de la Universidad de Murcia, que ayer acudió con sus estudiantes de Veterinaria, el Centro de Recuperación de Fauna de Santa Faz, el grupo de anillamiento Gala de la Conselleria y el Ayuntamiento de Alcoy como propietario del muladar.
En la operación de marcaje estuvieron presentes los concejales Raül Llopis y Jordi Martínez, quienes manifstaron la satisfacción municipal por participar en una iniciativa de tanto interés.
