Alcoy quiso en 1842 coger el ejemplo de otras ciudades en materia de vigilancia pública. Fue el síndico Tadeo Abad quien propuso en el Ayuntamiento que se estudiase la redacción de unas ordenanzas, cuyo proyecto finalmente elaboró una comisión municipal.Según la información obtenida y facilitada por uno de los agentes del actual cuerpo de la Policía Local,en febrero de ese mismo año la Diputación de Alicante aprobó el documento, dando paso a la creación de lo que se conocería como Guardia Municipal de Serenos y Celadores.

El Ayuntamiento estableció que los aspirantes debían ser licenciados del Ejército, de la Armada o miembros de la Milicia Nacional y, partiendo de esta base, inició un proceso de selección entre los aspirantes.

A los vigilantes nocturnos se les denominó serenos y a los diurnos celadores, constituyendo el primer cuerpo una plantilla de cuatro celadores y diez serenos. Pedro Perotín, según la información facilitada, fue el jefe a cargo de la guardia municipal.

El coste del equipamiento y el armamento corría a cargo del consistorio, pero, como curiosidad, un cuarto del presupuesto total del cuerpo de vigilancia lo asumía la Real Fábrica de Paños, la cual también tenía representantes que gestionaban las instrucciones junto al Ayuntamiento. Todo ello está relacionado con la preocupación que existía en aquella época por la sustracción de lanas y materiales textiles y que promovió, además, la prohibición del traslado de «...baúles, fardos o cualesquiera bultos...» si no estaba clara su procedencia.

Mucho ha evolucionado el cuerpo desde entonces. Desde la denominación, que «ha ido cambiando hasta ser Policía Local», según ha explicado el jefe actual, David Lerma, hasta las funciones. En la actualidad, los agentes se encargan del tránsito de vehículos, de la seguridad pública, llevan a cabo colaboraciones con la Policía Nacional (CPN) y «en tema de asistencia y emergencias siempre somos los primeros», destaca el responsable.

La Educación Vial es otra de las tareas que desempeñan desde hace más de cincuenta años y, al margen, trabajan de la mano con el Cuerpo Nacional de Policía en la atención a las víctimas de violencia género.

Aunque, sin duda, Lerma asegura que «la atención de las emergencias es lo más encomiable, porque la respuesta es muy rápida».

Plantilla

La Policía Local cuenta a día de hoy con 102 agentes, pero la voluntad del Ayuntamiento es llegar a 120. «Cada vez tenemos más actividad, más servicios y la exigencia ciudadana hace necesario más personal», explica David Lerma.

En este sentido, el concejal de Seguridad, Raül Llopis, confirma «nuestra predisposición a aumentar la plantilla, de hecho hay seis plazas que ahora se podían sacar y ya están publicadas». Para cumplir los objetivos municipales, «vamos a continuar exigiendo al Gobierno Central que nos permita hacerlo».

Llopis insiste en que de 102 a 120 «es un salto cualitativo en cantidad y calidad» que permitiría «realizar más acciones y seguimientos que ahora no se pueden hacer».

El edil denuncia que, además, la falta de efectivos del CPN lleva a la Policía Local a asumir más carga de trabajo, por lo que insiste en que «ojalá el CPN pudiera ampliar también su plantilla». Se trata, así pues, de una exigencia que viene reivindicando el Ayuntamiento desde hace tiempo, tal y como recuerda el responsable de Seguridad.

«La situación actual en la Policía Local es muy buena, ha cambiado todo y el ambiente y el día a día es mucho mejor», concluye Llopis.