En 1653, el padre Antonio Buenaventura Guerau y el retor de Confrides hallaron los dos Lirios tras una noche de oración. Este acontecimiento se catalogó como milagroso y provocó que 10 años más tarde se inaugurara la primera ermita. Desde ese momento, la Font Roja ha sido siempre escenario de conmemoraciones sobre aquel hecho de hace más de tres siglos, entre ellas, la tradicional Romería que al principio se celebraba en agosto. Desde finales de los años 70 se ha convertido en un acontecimiento importante.