La sequía va a mantener estable la producción de vino en la provincia en 150.000 hectolitros por tercer año consecutivo. El sector está afrontando la vendimia más temprana de su historia, que pese a la falta de lluvias volverá a ofrecer una calidad excepcional. Las 39 bodegas pertenecientes a la Denominación de Origen Alicante, siguiendo la tendencia de años anteriores, van a destinar el 60% de sus caldos al embotellado y el resto a los graneles.
La sequía sigue marcando el devenir del sector vitivinícola de la provincia de Alicante. Por tercer año consecutivo la cosecha de uva se va a mantener alrededor de los 32 millones de kilos, lo que traducido a vino se convierte en 150.000 hectolitros.
Pese a la estabilidad que se registra en los últimos tiempos, las 10.000 hectáreas de viñedos de la provincia han venido registrando oscilaciones significativas en cuento a cosecha. Este es el caso de los 23 millones de kilos de 2014 o los 44 millones de 2007.
El secretario de la Denominación de Origen Vinos de Alicante, Eladio Martín, manifestaba que las abundantes lluvias registradas el pasado invierno apenas han tenido incidencia, «puesto que en esa época los viñedos están dormidos. Desde enero apenas se han registrado lluvias, y la clave para este tipo de cultivo es que se registrasen precipitaciones en la época de la floración, cuando sí resultarían muy beneficiosas».
Los campos que peor lo están pasando son los de la Marina Alta, donde se cultiva la tan apreciada moscatel. «Estamos atravesando una sequía endémica, y la ausencia de regadío en esta zona por la especial configuración de los campos propicia que las cepas estén sufriendo», lamentó el secretario de la entidad.
Pese a todo, la calidad que se espera es muy buena. Según Martín, «salvo en algunos puntos que, insisto, lo están pasando mal, se podría decir que los viñedos de la provincia se han acostumbrado a la falta de lluvias. De ahí que año tras año estemos registrando unas calidades excepcionales».
El sector, por otro lado, está afrontando su vendimia más temprana de la historia, en consonancia con el resto de zonas productoras españolas. «Las especiales condiciones climatológicas de este año han propiciado este fenómeno, incluso en las áreas más tardías de la península», enfatizó.
El número de bodegas adscritas a la Denominación de Origen Alicante también se mantiene en 39, y según explicó Martín, el 60% de la producción volverá a destinarse al embotellado y el resto a los graneles. Además, un 80% de los caldos serán tintos, en la línea de las últimas campañas.
