Ibi ya tiene toda la documentación firmada y preparada para aplicar la nueva normativa de explosivos. Cada festero disparará un total de seis kilos de pólvora, dos en cada uno de los tres disparos de la trilogía, lo que supone un más que notable incremento respecto al único kilo que legalmente se permitía hasta ahora para todas las fiestas. Y ello será posible sin que se tengan que realizar repartos antes de cada acto, gracias a que cada festero contará con dos porteadores, la nueva figura que aparece reflejada en el reglamento.

El único reparto de pólvora, que se oficiará por turnos y de forma escalonada, se realizará mañana jueves en el estadio Francisco Vilaplana Mariel, lugar aislado del núcleo residencial y que reúne las medidas y distancias de seguridad requeridas. Allí, tal y como establece la normativa, se trasvará la pólvora a las cantimploras, que deberán quedar precintadas.

El documento firmado por el subdelegado de Gobierno confirma a la Federación de Comparsas la asignación de 555 kilos de pólvora para los actos de disparo. Un proceso largo, que como ha destacado, el teniente de alcalde de la institución festera, Marcos Moya, ha sufrido varias modificaciones. En primer lugar, se iba a realizar el reparto en dos horarios distintos, pero finalmente se realizará en un solo turno. Se iniciará en horario de tarde para cumplir el período legal que se recoge en la nueva norma, que especifica que los explosivos pueden permanecer un máximo de 72 horas en los domicilios particulares antes de ser utilizados.

Además, los 110 tiradores que utilizarán los explosivos, tendrán asignados entre dos o más porteadores para recoger los dos kilos de pólvora permitidos y custodiarlos hasta el momento del alardo. Un festero utilizará seis kilos de pólvora en las tres guerrilas, por lo que necesitará dos porteadores para sumar la cantidad necesaria. De esta forma el porteador recogerá y custodiará los explosivos hasta el momento del disparo. Las cantimploras en manos de los porteadores estarán asignadas al tirador que las utilizará, con el objetivo de establecer un completo control. En el caso de capitanes y cops, que necesitan más kilos de pólvora, el número de porteadores será mayor y tendrán que ir acompañando al cargo en la rueda de disparo, para sumar los kilos necesarios.

De no haber mediado la figura del porteador, que debe de haber superado un curso de formación y contar con certificado de aptitud psicofísica o licencia de armas, la Federación de Comparsas se hubiese visto obligado como institución organizadora a custodiar todas las cantimploras y hacer un reparto antes de cada acto, lo que hubiese complicado mucho la posibilidad de llegar a los seis kilos por festero.

Desde la propia Federación añadían que en la tarde de ayer la Guardia Civil visitó las instalaciones en las que se realizará el reparto, para terminar de organizar este complicado y largo proceso. Cabe reseñar, asimismo, que el trasvase de pólvora a las cantimploras se realizará por parte de la institución festera y en vigilancia de los cuerpos de seguridad antes de abrir las puertas a los festeros.