Desde 2011 no se había llevado a cabo en la Cova Beneito una campaña de excavaciones. Durante este tiempo se han estado confeccionando las memorias, se han concretado diversos estudios y publicado algunos resultados preliminares en revistas especializadas y congresos internacionales. Las excavaciones de los últimos 11 años anteriores en el exterior de la cueva, debajo del gran abrigo destruido actualmente por fenómenos geológicos, habían permitido definir mejor los diversos momentos de ocupación humana de este asentamiento dentro de un período de 30.000 años.
No obstante, faltaban algunos datos para poder reconstruir la presencia de sus antiguos habitantes. De ahí la decisión de retomar las excavaciones este año, con unos resultados muy interesantes. De nuevo, al abrir nuevos sectores, se ha demostrado que este yacimiento fue en su momento un abrigo/cueva de dimensiones considerables. Así, los niveles más recientes de la Edad de Bronce, datados hacia 1.500 antes de Cristo, han sido documentados en toda su extensión en el exterior.
El proyecto de excavación y coordinación de investigación está dirigido por la doctora Elisa Doménech, que lleva adelante los trabajos desde hace más de 25 años, durante los cuáles se ha nutrido con las aportaciones de diversos especialistas procedentes de diferentes universidades y centros de investigación de Alicante, Valencia, Barcelona, Málaga, Córdoba y Murcia. En esta campaña se ha contado con la especial participación de Alex Ruano y Dani Cárdenas, así como con la colaboración puntual de Joaquim Botella y Rebeca Sellés.
El concejal de Cultura, Sergi Silvestre, explicaba que el Ayuntamiento «siempre ha dado apoyo a este proyecto desde las primeras excavaciones en los años ochenta. De hecho, a partir de 1999 se hace cargo como promotor y también como conservador a través de subvenciones y fondos propios».
En este sentido, recordó que este yacimiento «no es sólo el más importante de Muro, sino que se ha convertido en un referente para los estudios del Paleolítico del arco mediterráneo estatal, especialmente por haber servido como lugar de hábitat tanto para neandertales como para los primeros humanos modernos».
