La Asociación de San Jorge había sido un modelo de institución estable hasta los problemas suscitados con la guerra del calendario, a partir de finales de 1996. Desde entonces, ningún presidente ha podido concluir su mandato con normalidad, con la honrosa excepción de Javier Morales, que acabó hace dos años.

Así, Silvestre Vilaplana únicamente pudo disfrutar de la presidencia en las Fiestas de 1996, ya que en enero del año siguiente dimitió tras la manifestación por el calendario festero del 19 de enero. En las elecciones posteriores, Adolfo Seguí ganó la elección por un voto, pero posteriormente se presentó otra candidatura por parte de Rafael Romá, que consiguió el apoyo mayoritario de la asamblea y fue proclamado presidente.

A la hora de la reelección, sin embargo, concluyó en solitario, pero no obtuvo los votos mínimos necesarios, por lo que tuvo que dejar el cargo. Durante el verano, se acometía un nuevo proceso electoral que permitió la elección de Javier Morales, el cual sería reelegido y completaría su mandato sin problemas.

Ahora, Rafael Tortosa sólo ha podido ocupar la presidencia durante los dos primeros años, lo que derivará en un nuevo mandatario hasta 2016.