Ibi trabaja para renovar la ordenanza de vertidos a la red de alcantarillado público, dado que la actual es de 1998 y no ha sufrido ninguna modificación hasta la fecha. Con su remodelación la concejalía de Medio Ambiente tiene como objetivo mejorar el impacto que estos deshechos ocasionan, así como implicar a todos los agentes del municipio para que Ibi se ajuste a los nuevos parámetros marcados legalmente.

El pasado mes de mayo, la Confederación Hidrográfica del Júcar pidió al Ayuntamiento una revisión de los documentos con el objetivo de que la ordenanza se adaptara a los nuevos programas para reducir la contaminación. Sin duda, como argumenta el edil de Medio Ambiente, Santi Cózar, «la remodelación tiene que conseguir que las depuradoras reduzcan la cantidad de vertidos, y que al final el agua que expulsen esté más limpia que la embotellada».

Para ello el Ayuntamiento ha redactado un documento base con las premisas que contempla la ley y que expuso en una jornada de trabajo a la que asistieron 60 participantes. El edil del área destacaba el éxito de asistentes a la misma, así como la diversidad de aportaciones que se realizaron por parte de los representantes de los empresarios y el resto de presentes.

Entre los cambios destacan el aumento de controles a las empresas, así como la creación de un censo que controle toda su actividad y el nivel de vertidos que éstas realizan con el objetivo de reducir el impacto ambiental y llegar a ser un municipio modelo.