El Ayuntamiento de Castalla ha iniciado el derribo de seis viviendas en ruinas en el casco antiguo. La actuación la están llevando a cabo de forma subsidiaria con una partida económica de 100.000 euros. El gobierno local, asimismo, ha anunciado que algunos de los terrenos ya son propiedad municipal.
El deterioro del centro histórico de Castalla es más que evidente. Desde hace años los vecinos vienen reclamando medidas para rehabilitar viviendas y reactivar la zona, sin que hasta la fecha haya sido posible. Desde el equipo de gobierno, formado por Ciudadanos y PSOE, han desarrollado actuaciones desde el inicio de legislatura, la última de ellas, el acondicionamiento de un parque como reclamo.
Tal y como avanzó este diario, el Ayuntamiento también ha llegado a un acuerdo con la Universidad Politécnica de València (UPV) para que los alumnos de arquitectura desarrollen sus proyectos en la población, centrándose en esta zona. Según ha apuntado el alcalde, Antonio Bernabeu, «son 150 estudiantes los que vendrán a partir de septiembre».
Por otro lado, el ejecutivo local incluyó una partida de 100.000 euros en los presupuesto de 2017 para continuar invirtiendo en el casco antiguo.
Dicha cuantía finalmente está siendo destinada al derribo de seis edificios, los cuales estaban en estado de ruina, según ha explicado Bernabeu. El riesgo de derrumbes ha acelerado la actuación, la cual se está llevando a cabo de forma subsidiaria. Esto significa que una vez finalizados los trabajos, el Ayuntamiento reclamará a cada propietario el coste de los mismos.
La concejal Maite Gimeno ha explicado que en el caso de que los dueños de las viviendas no abonen las cuantías pasado un tiempo, el Ayuntamiento se adjudicará los terrenos.
La calle La Vela es una de las más afectadas, ya que en ella van a derribar hasta cuatro edificios. Sin embargo, Gimeno ha hecho hincapié en que en esta vía «se van a mantener las fachadas principales», dada su antigüedad y su configuración. De este modo, el equipo de gobierno, además, pretende mantener la característica estética del casco antiguo.
«En esta calle ya hay algunos terrenos que son municipales», ha apuntado la edil, quien insiste en que en el caso de que el consistorio consiga la titularidad de toda una manzana «nos plantearemos qué hacer allí». En este sentido, ha indicado que una de las opciones sería una escuela de música, lo cual serviría para mantener la arraigada tradición musical de la población y dar más vida a la zona.
En cuanto a las otras dos viviendas en ruinas, una se encuentra en la calle del Mig y la otra en San Antonio.
