El cierre del puente de San Jorge ha complicado aún más la circulación en Alcoy. Las obras obligan a los vehículos a transitar por el cauce del río o el puente Francisco Aura para acceder al centro de la ciudad, lo que supone una dificultad añadida en una movilidad que ya estaba condicionada por la clausura del Fernando Reig y los desprendimientos de la Beniata. El tráfico, con todo, discurrió ayer con bastante fluidez beneficiado por la menor intensidad tras el final del curso escolar.

Tal y como estaba previsto, ayer se procedió al cierre del puente de San Jorge para ejecutar las obras de reforma de la plataforma. Esta medida, que se prolongará durante los meses de julio y agosto, ha venido a complicar todavía más la circulación en la ciudad, condicionada por el cierre del puente Fernando Reig y de uno de los dos carriles de la Beniata.

Desde ayer los vehículos que se dirigen al centro de la ciudad se ven obligados a desviarse por el cauce del río o a transitar por el puente Francisco Aura. De hecho, este enlace desde el barrio de la Zona Norte se ha convertido en el principal acceso al casco antiguo. La habilitación de los itinerarios alternativos vino acompañada, asimismo, por la apertura al tráfico de la plaza de Ferrándiz y Carbonell, en pleno Campus, para facilitar la comunicación en sentido ascendente con la Zona Alta.

Pese a todas las dificultades, la circulación fue bastante fluida, toda vez que no se registraron retenciones ni incidencias destacadas. Todo ello beneficiado por el final del curso escolar, que ha reducido la intensidad del tráfico.

El concejal Jordi Martínez destacaba esta circunstancia, enfatizando la presencia de agentes de la Policía Local en determinados puntos de los recorridos alternativos para gestionar posibles cuellos de botella. Además, subrayó que durante el fin de semana se repartieron 2.000 trípticos para informar a los ciudadanos acerca del corte y las rutas habilitadas.