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Cuarto año de pérdidas en los cereales

El calor y la falta de lluvias desde el pasado invierno han provocado un descenso del 40% en la cosecha de la provincia

Cuarto año de pérdidas en los cereales

El sector de los cereales en la provincia de Alicante no termina de levantar cabeza. Se las prometía felices el sector al quedar atrás la larga y prolongada sequía que se venía registrando, pero a la hora de la verdad habrá una cosecha más que discreta por cuarto año consecutivo. Y es que el calor y la falta de lluvias desde el pasado invierno han propiciado que la producción se haya reducido un 40%, dejándola en apenas 8.500 toneladas. Los conejos, por su parte, siguen causando daños, aunque en menor medida debido a la actuación de los cazadores.

Cuando el pasado invierno la lluvia hizo acto de aparición tras la travesía en el desierto que había supuesto la larga sequía, todos los sectores agrícolas confiaban en resarcirse de las malas campañas anteriores y alcanzar este año una cosecha generosa. Sin embargo, este no ha sido el caso para los cereales.

Según explicaba Gonzalo Cots, responsable del sector en La Unió, «las precipitaciones efectivamente fueron generosas en invierno, pero desde entonces prácticamente no ha caído ni una sola gota, y eso ha resultado muy negativo para nosotros».

Y es que según Cots, el comportamiento de los cereales no es el mismo que en el de los cultivos de árbol. «Para el arbolado las lluvias vinieron muy bien, pero en nuestro caso fue hasta contraproducente que las lluvias fuesen tan intensas, dado que se encharcaron los bancales y el abono de fondo terminó diluyéndose. Lo ideal para nuestros cultivos es que llueva en primavera, pero eso no ha ocurrido», lamentó.

Otro factor que ha influido de manera negativa ha sido la calor de las últimas semana. «Está secando las plantas y acortando su ciclo, por lo que el rendimiento no es el adecuado».

Además, algunas zonas concretas, como es el caso de Banyeres, han sufrido destrozos como consecuencia del granizo.

Todo ello ha propiciado una reducción en la cosecha de alrededor del 40%, con lo que apenas se podrán superar las 8.500 toneladas en el conjunto de la provincia.

Problema económico

«Lo malo -manifestaba Cots- es que vamos a tener una mala producción por cuarto año consecutivo, y eso ya empieza a ser un problema económico para los agricultores de envergadura. Por unas cosas o por otras, no acabamos de tener desde hace mucho tiempo una campaña decente».

En lo que respecta a las plagas de los conejos, parece que su efecto se ha reducido en relación a años anteriores. El representante de La Unió destacaba que «los cazadores parece que se lo han tomado más en serio tras las presiones de la Conselleria de Medio Ambiente y de los agricultores, y lo cierto es que se ven menos que el año pasado».

Aún así, hay cultivos que sufren más los efectos de la acción de los conejos, «como es el caso de los girasoles, que están recién sembrados», manifestó a este respecto Gonzalo Cots.

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