El Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU) de Ibi ha desarrollado una planta piloto pre-industrial para reciclar los residuos metálicos no férreos para convertirlos en óxido de zinc. Se trata del material con el que están fabricadas las hebillas, los coches en miniatura o los pomos y que hasta el momento se utilizaba como desecho.

El hallazgo abre la puerta a numerosas aplicaciones para la industria química, ya que la planta piloto permite obtener 250 gramos de óxido de zinc por cada kilo de residuos procesados y, además, tiene unas propiedades mejores a las de los óxidos utilizados en el mercado actualmente, según la información facilitada por AIJU. El instituto asegura que los resultados obtenidos en dos aplicaciones industriales han sido «muy positivos».