El Ayuntamiento de Alcoy ha obtenido 10,1 millones de euros procedentes de fondos europeos para ejecutar su estrategia de desarrollo urbano sostenible. Bajo el título «Alcoidemà», el plan incluye actuaciones como la rehabilitación de la manzana de Rodes, la urbanización de la plaza Al-Azraq, la conexión del polígono Santiago Payá con Batoy, la revitaliación del casco antiguo o la promoción de vivienda pública en régimen de alquiler para jóvenes y jubilados. El alcalde, Antonio Francés, ha expresado su satisfacción por la inclusión en la convocatoria del Ministerio de Hacienda, lo que permitirá acelerar la ejecución de los proyectos.

Tras quedar fuera en una primer convocatoria, Alcoy ha sido incluido finalmente por el Ministerio de Hacienda en el listado de ciudades que obtendrán fondos europeos para ejecutar una estrategia de desarrollo urbano sostenible. El proyecto presentado por el Ayuntamiento está valorado en 20 millones de euros y la subvención obtenida asciende justo a la mitad. La otra mitad saldrá de las arcas municipales.

Tal y como se ha venido informando, el plan está dividido en tres apartados. En el denominado «Ciudad Inteligente», figuran cuestiones como la puesta en marcha de una plataforma tecnológica para la dinamización económica, y la implantación de tecnologías «Smart City» para hacer frente a retos en materia social, cultural y turística, así como de movilidad y transporte.

En «Ciudad Sostenible» destaca la rehabilitación de antiguos espacios industriales para nuevos usos, como es el caso de Rodes o Ceres, la revitalización del centro histórico y en especial la calle Sant Francesc y adyacentes, la remodelación de la calle Entenza, la urbanización de la plaza Al-Azraq o la dinamización del cauce del río. También se contempla el incremento de la infraestructura verde urbana y la mejora de las condiciones de accesibilidad y conexión entre barrios, como es el caso del enlace entre los polígonos del Santiago Payá y Batoy. Igualmente, se prevé el incremento del suelo terciario en lugares estratégicos que revitalicen las áreas degradadas y también el fomento del transporte sostenible.

Por último, en «Ciudad Integradora» se recoge la promoción de vivienda de protección pública en régimen de alquiler para menores de 35 años y mayores de 65, y la puesta en valor de espacios urbanos para nuevos usos sociales, formativos y de promoción económica que favorezcan la inclusión social.

El alcalde, Antonio Francés, se congratulaba por la obtención de los fondos europeos, destacando el hecho de que «era una convocatoria muy difícil, dado que sólo figuraban 35 millones de euros para la Comunidad Valenciana y habían presentado proyectos nada menos que 36 ciudades, de las que sólo cinco han logrado finalmente su inclusión».

Francés recordó que el programa subvencionado «busca cambiar el modelo productivo de la ciudad, apostando por la innovación y la inteligencia». En esa dinámica, el alcalde añadió que cuestiones como la redacción del nuevo plan general o la distinción de Alcoy como ciudad de la ciencia y la innovación van en la misma línea. También resaltó que la estrategia de desarrollo urbano sostenible es fruto del consenso entre los partidos políticos y los agentes sociales.

Respecto a la subvención, destacó que «nuestro compromiso como gobierno municipal era ejecutar el plan llegasen o no llegasen ayudas, pero resulta evidente que de esta forma podremos acelerar de manera significativa los plazos. Si íbamos a tardar diez años, de esta forma lo podremos hacer en cinco».

De hecho, el programa de subvenciones se distribuirá entre el ejercicio actual y 2020, de sacuerdo con las bases de la convocatoria.

Ibi

El municipio que se ha quedado fuera nuevamente de las ayudas es Ibi, que había presentado un programa destinado fundamentalmente a la revitalización del casco antiguo. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda no lo ha incluído entre los cinco seleccionados en el conjunto de la Comunidad Valenciana.