Los vecinos de Benilloba han propuesto en la asamblea convocada por el Ayuntamiento estudiar subvencionar el transporte para las personas mayores y buscar entidades dispuestas a ofrecer un servicio móvil o recuperar la figura del agente bancario como posibles soluciones al cierre de la única oficina bancaria.
El pasado viernes Benilloba perdió su única oficina bancaria. La entidad ha decidido cerrar y dejar el cajero automático siempre y cuando el Ayuntamiento se haga cargo de buscarle un espacio municipal y asuma los gastos de luz.
Ante esta situación, el equipo de gobierno organizó una asamblea vecinal en la plaza La Font en la que la alcaldesa, Anna Delia Gisbert, expuso las gestiones que han llevado a cabo con otras entidades financieras, la Generalitat y la Diputación. Gisbert explicó que están trabajando de la mano de otros ayuntamientos vecinos como Penàguila, Benasau, Alcoleja, Agres y L'Orxa para poner sobre la mesa alternativas, como «una banca móvil que acuda a los pueblos ciertos días».
Los vecinos que asistieron a la asamblea mostraron su indignación por el cierre «después de tantos años de sacar beneficio del pueblo» y denunciaron lo complicado que resulta desplazarse a Cocentaina para muchas personas mayores del municipio.
La primera propuesta fue «cancelar nuestras cuentas» en la entidad que ha cerrado la oficina y de ahí surgió la posibilidad de buscar otros bancos que estén dispuestos a ofrecer el servicio móvil, lo cual ya sucede en algunas zonas. Otra opción planteada fue la de recuperar la figura del agente bancario. Desde el Ayuntamiento, además, van a estudiar fórmulas para subvencionar el transporte para los mayores.
En cualquier caso, los vecinos se han negado a que las arcas municipales asuman el mantenimiento del cajero automático «con todo lo que nos cobran», apuntaron.
