Las intensas precipitaciones que han propiciado que las reservas de los pantanos de la provincia se encuentren ahora prácticamente al máximo son también las responsables de graves destrozos en el dominio hidráulico. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), de hecho, ha tenido que acometer obras de emergencia para paliar los daños ocasionados por los temporales.

El Consejo de Ministros autorizaba el pasado mes de abril una inversión de 12,2 millones de euros para reparar destrozos en el ámbito de la CHJ.

En el caso de la provincia de Alicante, una de las actuaciones que ya se ha llevado a cabo ha sido la retirada de las toneladas de cañas y otros desperdicios que quedaron acumuladas en aguas del pantano de Beniarrés como consecuencia de las crecidas registradas por el río Serpis.

También se ha previsto la reparación de caminos de acceso y estabilización de laderas en este mismo embalse, y la reposición de márgenes en el Serpis y el Barranc de l'Encantada.

Escorrentías

Por otro lado, se ha habilitado una partida de 300.000 euros para hacer frente a los daños ocasionados por los temporales de los días 19 al 23 de enero en las proximidades de la presa de Guadalest, con fuertes precipitaciones que provocaron escorrentías de consideración sobre las laderas aguas abajo de este embalse.

Este pantano, que afecta a los términos municipales de Guadalest, Beniardà y Benimantell, es utilizado para el riego de los municipios de la Marina Baixa, así como para el abastecimiento de dichas poblaciones.

La actuación consiste en la retirada del arbolado, reposición de laderas, muros, cunetas, caminos de acceso y servicio de la presa, por una parte, y la reparación de la conducción de suministro de caudales desde la toma del canal de la presa al río.