El Ayuntamiento de Alcoy va a asumir en solitario la alimentación de los buitres de la colonia de Mariola tras la decisión de Fapas de no seguir llevando comida a partir de la próxima semana. La entidad que llevó a cabo el proyecto de reintroducción lamenta que tras más de un año de negociaciones no se haya alcanzado un acuerdo con el Consistorio, mientras que el edil de Medio Ambiente, Jordi Martínez, afirma que desde hace ya mucho tiempo las tareas de suministro de alimento y mantenimiento de las instalaciones las realiza un funcionario municipal.

La asociación Fapas-Alcoi, responsable del Projecte Canyet, ha emitido un comunicado en el que recuerda que la entidad se ha dedicado desde finales de los años noventa a la reintroducción del buitre común en estas comarcas. «Gracias a este trabajo -resaltan-, actualmente disponemos de una colonia de más de un centenar de aves, plenamente establecida y por tanto podemos valorar los resultados del proyecto de muy positivos». En este sentido, resaltan que «desde siempre hemos intentado vincular a toda la sociedad en esta iniciativa y hemos quierido que la gente la sintiera como cosa suya, como parte del paisaje, y creemos que este objetivo está plenamente conseguido».

Sin embargo, y en lo que respecta a la entidad, señalan que se encuentra «en una situación difícil a causa de la falta de recursos materiales y humanos. Esta cuestión, en caso de que las admninistraciones implicadas no tomen las medidas necesarias, puede afectar negativamente a medio plazo a la colonia de buitres y poner en grave riesgo su futuro».

Recuerdan que llevan «más de un año» de negociaciones con el Ayuntamiento de Alcoy, «que hasta la fecha han sido completamente infructuosas». En esta línea, subrayan que a principios del mes de marzo de este año, y como último intento por desbloquear esta situación, registraron un escrito dirigido al alcalde, «pero hasta hoy nadie se ha dirigido oficialmente a nosotros. No entendemos esta actitud de desprecio hacia el proyecto y nuestra entidad». Es por ello por lo que han acordado en asamblea, «muy a pesar nuestro, que la próxima semana dejaremos de subir comida a la buitrera de las canteras de Sant Cristòfol».

Con todo, destacan que la entidad es la que tiene la experiencia y los conocimientos para para llevar adelante con éxito el proyecto, y se ofrecen a colaborar.

Por su parte, la concejalía de Medio Ambiente dirigida por el concejal Jordi Martínez se ha apresurado a señalar que «la situación del proyecto es la misma que ha habido en los últimos años: tanto el suministro como el mantenimiento del paraje lo realiza un funcionario municipal».

Desde el Ayuntamiento también se explica que hace tiempo que se trabaja para que la iniciativa tenga continuidad, tanto con el trabajo diario, con las subvenciones a la entidad, como desde otras actividades de rutas y visitas.

Martínez subrayaba a este respecto que «está todo dentro de la normalidad en la evolución de los proyectos que empiezan con un impulso de colectivos o voluntarios, y van evolucionando y profesionalizándose. Estamos trabajando desde hace tiempo y seguiremos trabajando», enfatizó.

Respecto a las discrepancias surgidas con Fapas, el concejal indicó que «que no podemos dar servicio las 24 horas del día. Además, las cosas se tienen que hacer bien, porque estamos hablando de transportar desechos cárnicos y animales muertos y eso tiene que estar perfectamente controlado». En este sentido, y según manifestó Martínez, el Ayuntamiento está manejando la posibilidad de licitar tanto el mantenimiento como el transporte de la comida.