Ibi rindió ayer un emocionado homenaje a las víctimas del trágico accidente que se produjo en la fábrica de pólvora para juguetes Mirafé el 16 de agosto de 1968. Una celebración que comenzó con una misa y, a continuación, el alcalde, Rafael Serralta, descubrió el monumento -situado en el Passeig dels Geladors- que está dedicado a las 33 personas que perdieron la vida en aquella explosión. Flores, palabras de cariño y música abrazaron a los familiares que estaban muy emocionados.

En la villa juguetera ya hay un recuerdo eterno por aquellos hombres y mujeres -cuyos nombres protagonizan el monumento- perdieron la vida aquel anochecer de agosto.

Una proyección de fotografías del accidente y la puesta en escena «Fràgilxs: Reconstrucción Ficcional de la Memoria» cerraron un día histórico.