Cuando las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy parece que han tocado a su fin, hay un nutrido grupo de festeros que se niegan a aceptar la cruda realidad. Se trata de los protagonistas de Els Soparets, una excusa perfecta para prolongar la celebración hasta el último instante.

La Aparición de Sant Jordiet sobre las almenas del castillo marca el final de las Fiestas de Moros y Cristianos. Un acto en el que miles de alcoyanos se reúnen en la plaza de España para despedir una intensa Trilogía, cantando el Himno de Fiestas y, si hay suerte, recoger alguna de las flechas que el niño que encarna al patrón lanza hacia la multitud.

A partir de ahí, la mayoría se dirige a sus respectivos hogares para, muy a pesar de ellos, intentar volver a la normalidad. Sin embargo, hay festeros, y no pocos, que se resisten a dar por zanjada la Fiesta, y que intentan prolongarla hasta el último instante.

La excusa perfecta para ello son los denominados Soparets, una celebración que se desarrolla en la plaza de España y las calles adyacentes, y a través de la cual los festeros se reúnen por grupos en una especie de acampada para cenar y disfrutar de lo que resta de jornada y el comienzo de la siguiente.

Cuando la plaza empieza a despejarse de la multitud que ha asistido a la Aparición, los protagonistas de Els Soparets colonizan la zona instalando mesas y sillas y preparando una serie de menús que van desde los bocadillos hasta las barbacoas.

Algunos grupos, incluso, cuentan con grupos de músicos que, como no podría ser de otra forma, se dedican a interpretar pasodobles y marchas moras y cristianas, a cuyo ritmo todavía se forman escuadras en una especie de entraetes finales. La Fiesta, de esta forma, se prolonga hasta altas horas de la madrugada, e incluso más allá, como lo demuestra que ya a plena luz del día algún que otro festero despistado todavía deambula por la zona.