Banyeres celebró ayer una jornada marcada por el descenso de participantes en las guerrillas a la mitad. Las batallas de arcabucería contaron con 104 festeros frente a los 286 del año pasado, debido a la obligatoriedad de obtener el permiso de avancarga. Por otro lado, las Embajadas Mora y Cristiana congregaron a un numeroso público en el castillo, alcanzando la recta final de las Fiestas de San Jorge.

Las Fiestas de Moros y Cristianos de Banyeres llegan a su recta final después de un día marcado por el estruendo de los arcabuces y el fuerte olor a pólvora, a la vez que por la baja participación en las guerrillas.

El problema, al igual que en el resto de poblaciones, reside en la nueva normativa que obliga a quienes quieran disparar sus arcabuces a obtener el permiso de avancarga. Ésta llegó sin apenas tiempo para que muchos pudiesen realizar los exámenes pertinentes y, a su vez, la Comisión de Fiestas mantuvo una reunión con Subdelegación del Gobierno antes de Fiestas para informar de que «nos acogíamos a la anterior normativa por cuestiones de tiempo», según explicó el concejal Fernando Sempere.

Así las cosas, en las guerrillas de ayer participaron 104 festeros frente a lo 286 del año anterior. «En pasar estos días vamos a buscar soluciones para que estos actos tan destacados no desaparezcan», explicó el edil.

El primer simulacro de batalla dio comienzo después del desayuno desde la Serreta de la Neu hasta el Barranc Fondo, donde tuvo lugar el tradicional Ball de Banderes que abrió paso a la guerrilla y el combate de arcabucería hasta el monumento de San Jorge. Tras la contienda tuvo lugar la Embajada por la cual el bando moro logró hacerse con el control de la población tomando el castillo.

Por la tarde, la guerrilla empezó en la calle Mariola y finalizó, una vez más, en el monumento del patrón. La Embajada concluyó con el retorno de las tropas cristianas al castillo. Si bien estos actos congregaron a un nutrido público, la representación del Ball Moro tuvo aún más expectación, del mismo modo que la Embajada Humorística de después.

Villa Rosario volvió a acoger la celebración de una verbena, cuyo espectáculo corrió a cargo de Carnavalia On Tour.