Las batallas de arcabucería entre Moros y Cristianos se desarrollaron ayer entre estrictas medidas de seguridad para evitar sustos con la pólvora. Operarios del servicio de limpieza estuvieron regando las calles de manera insitente para mojar y eliminar restos de explosivo, evitando de esta forma que pudiese arder.

El trabajo para los operarios se inició de buena mañana, con motivo de las guerrillas del Contrabando, y continuó posteriormente con el Alardo. Tanto las mangueras como los camiones cisterna entraban en acción cada vez que concluía una de las partes de la batalla, llevando a cabo una actuación más a fondo a la finalización de los actos.

La actuación era especialmente intensa en la plaza de España, toda vez que es el punto en que se registran mayores concentraciones de espectadores tanto en las Embajadas como en el multitudinario acto de la Aparición de Sant Jordiet.