La semana pasado 25 alumnos de Carmelitas, estudiantes de francés de 2º, 3º y 4º de ESO, realizaron un intercambio con un instituto de Carcassonne (Francia). Los alumnos han residido en casa de otros adolescentes franceses, con los que han convivido como un miembro más de la familia.

Es en ese contexto de inmersión lingüística y cultural cuando el idioma deja de ser una asignatura y se convierte en una necesidad. La amistad entre chicos y chicas de la misma edad acelera su aprendizaje, y las familias también enseñan.

Cada día acudían al instituto Le Bastion con sus compañeros franceses, donde han recibido clases de francés, en las que no se pierde ni un minuto, pues son los alumnos los más interesados preguntar sus dudas. Además, han entrado en algunas de las clases de diferentes asignaturas que, por supuesto, también son impartidas en francés. El objetivo no es aprender historia o matemáticas, sino conocer cómo se desarrollan allí las clases.

Los profesores también aprenden, pues durante esa semana mantienen reuniones con sus colegas franceses e incluso participan como observadores en sesiones de evaluación.

Entre las actividades que han realizado destaca una visita a la tumba de Antonio Machado, en Colliure, donde los alumnos recitaron poemas de este autor previamente preparadas en clase. Un emotivo acto que también sirvió para reflexionar sobre la realidad de los refugiados.

Cada alumno de Carmelitas viaja a Francia durante tres cursos consecutivos: 2º, 3º y 4º de ESO. Y la evolución con el idioma se nota año a año. Además, los lazos de amistad entre adolescentes de ambos países conllevan que algunos alumnos se inviten a pasar juntos un par de semanas en verano, lo que afianza su amistad y refuerza todavía más el aprendizaje del idioma