Herman y Candelaria Zapp se subieron a su Graham-Paige de 1928 con lo puesto, tres mil euros en el bolsillo y el objetivo de cumplir su sueño: recorrer el mundo. En su andadura han pasado por buenos y malos momentos, han concebido a sus cuatro hijos -Pampa, Tehue, Huyaa, Paloma y Wallaby- y, sobre todo, «hemos conocido a gente maravillosa», destacan los aventureros.

El matrimonio se conoció cuando tenían tan sólo 8 años y desde los 14 son pareja. Él nació en California y ella en Argentina, donde ambos se criaron. El 25 de enero del año 2000 iniciaron un viaje que, 17 años después, están a punto de acabar. «Salimos con 3.000 euros, un coche que no era el adecuado, mucho miedo y sin conocimientos», aseguran. Cuando se quedaron sin recursos estaban en Perú y «empecé a pintar cuadros y él a enmarcarlos, después en Colombia Herman se puso a escribir nuestra historia», explica Candelaria. Además, durante este tiempo han contado con «muchísima ayuda, gente que nos invitó a su casa o a comer, incluso hay quien nos reparó el coche», detallan.

En cualquier caso, el matrimonio tiene claro que «el secreto de un viaje es tener fe en llegar al próximo pueblo, una vez allí buscar la forma de llegar a un nuevo destino», insisten. Toda una filosofía de vida que han plasmado en su libro «Atrapa un sueño».

Hasta la fecha han visitado 75 países de los cinco continentes y están convencidos de que «no hay siete maravillas en el mundo, hay más de 7.000 millones», ya que no podrían destacar ningún lugar, pues «si cierro los ojos sólo puedo recordar caras, personas y familias a las que me encantaría volver a ver», asegura Herman.

Su visita a España empezó en Barcelona, estuvieron en Valencia en plenas Fallas y ahora han hecho escala en Alcoy, donde «estamos disfrutando mucho y comiendo un montón», bromean.

El objetivo que se han marcado es bajar hacia Murcia, pasar por Almería, llegar a Málaga y, de ahí, desplazarse a Sevilla para ver la Semana Santa. El norte de la península lo dejarán para cuando empiece el calor y después visitarán Francia, Holanda, Suiza, Reino Unido, Italia y Grecia. Calculan que en aproximadamente un año habrán completado la parte de Europa que les falta por ver.

Cuando finalice la aventura, la familia Zapp volverá a Argentina para instalarse de forma definitiva, dejando a un lado la vida nómada y mostrando a sus hijos otro estilo de vida muy diferente al que ellos siempre han conocido.