El nuevo reglamento de explosivos aprobado para los actos de arcabucería de las fiestas de Moros y Cristianos permite usar más pólvora, pero endurece al mismo tiempo las medidas de control y seguridad. La normativa sigue fijando, como norma general, que la cantidad máxima por festero sea de un kilo para cada acto, aunque se podrá ampliar hasta dos si su duración lo requiere. Será la Subdelegación del Gobierno la encargada de autorizar el uso de una mayor cantidad de pólvora.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el nuevo reglamento de explosivos, de extraordinaria importancia para la provincia, toda vez que a través del cual se regulan los actos de arcabucería de los municipios que celebran fiestas de Moros y Cristianos.
Como norma general, la cantidad máxima de pólvora adquirida para cada acto será de un kilo por festero. No obstante, cuando la duración del acto lo requiera, el delegado o subdelegado del Gobierno podrán autorizar un consumo de hasta un máximo de dos kilos. La normativa, asimismo, diferencia actos distintos en unas mismas fiestas, lo que también abre la puerta al reparto de una mayor cantidad de pólvora.
Paralelamente, el reglamento ha endurecido las normas de seguridad. Así, el reparto se realizará siempre en presencia de un vigilante de explosivos, y el mismo englobará el trasvase de la pólvora a la cantimplora, que una vez cargada quedará precintada. En el texto se indica, asimismo, que cada reparto podrá estar supervisado por la Guardia Civil.
En caso de que se necesite más cantidad de pólvora debido a que haya más de un acto de arcabucería en el marco de la misma festividad, que requiera en total una cantidad superior a los dos kilos, se extreman todavía más las precauciones.
Así, cada festero tendrá que aportar al menos una cantimplora por cada dos kilos de pólvora que vaya a utilizar a lo largo del desarrollo de los festejos. La primera de ellas se le entregará para su almacenamiento y custodia en domicilio particular, mientras que el resto quedarán en manos de la entidad organizadora de los festejos, que será la responsable de su almacenamiento en un depósito autorizado de conformidad con lo establecido en el propio reglamento.
Estas cantimploras no repartidas, únicamente podrán ser entregadas por parte de los organizadores a los festeros en una fecha de reparto posterior, conforme vayan avanzando los distintos actos de arcabucería.
Formación
La normativa obliga a los participantes a disponer de la licencia de armas de avancarga y a asistir a un curso de formación que tendrá que ser impartido por la entidad organizadora.
Todas estas normas serán de obligado cumplimiento a partir de 2019, si bien el permiso de armas ya es totalmente necesario para este mismo año.
