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Cocentaina

Un templo lleno de sorpresas

La rehabilitación del altar saca a la luz un nuevo conjunto pictórico, en este caso realizado por el prestigioso artista Nicolás Borrás en el siglo XVI

Sandra Ruiz restaurando una de las imágenes de los apóstoles que realizó el pintor en el siglo XVI. juani ruz

Los trabajos de rehabilitación del altar mayor de la iglesia del Salvador, en Cocentaina, están en sus compases finales. En pocos días, la estructura metálica que cubre todo un extremo del edificio religioso desaparecerá y se podrá ver en todo su esplendor la labor que han realizado las restauradoras Alba Torró y Sandra Ruiz para devolver el aspecto original a la decoración. Pero los feligreses y visitantes también podrán observar varias joyas pictóricas que han salido a la luz gracias al trabajo de estas expertas y al apoyo económico de los ciudadanos y el impulso del párroco Ramón Micó.

Al inicio de la rehabilitación, las restauradoras ya se encontraron con un conjunto pictórico del siglo XVIII, de autores anónimos, en la bóveda del altar mayor, como ya les informó este diario. Sin embargo, la sorpresa más grande se guardaba para el final ya que Torró y Ruiz han descubierto que Nicolás Borrás, que nació en Cocentaina en 1530, también pintó a los apóstoles que son protagonistas en el arco del altar mayor.

Alba Torró explicó que se sabía que Borrás realizó el primer retablo de la iglesia, así como la Anunciación y las cinco tablas de la bóveda con la imagen del Salvador y el tetramorfos. Pero los historiadores no terminaron de definir que las pinturas de los 13 fondos eran de Borrás. Sin embargo, las expertas han llegado a concluir que en ellas estaba la mano artística del contestano. Y lo han determinado así después de «escanear» el trabajo artístico con «luz ultravioleta» que «permitió ver que habían repintes y nos dio la pista de que si hacíamos unas catas, algo veríamos», señaló Ruiz. Y así fue, tras levantar unos centímentros de la capa superficial de uno de los retratos de los apóstoles vieron que estaba la pintura original de Borrás. «Pensábamos que sería una pintura de grisalla, pero en ningún caso que sería pintura a mural y en color», dijo Torró.

Se trata de la única pintura de Borrás a mural en Cocentaina y hay otra en el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba donde el prestigioso artista renacentista realizó gran parte de su carrera artística. Las restauradoras piensan que las pinturas del arco también son del siglo XVI, al igual que el mencionado retablo, las pinturas de la Anunciación y las tablas. «Pensamos que entre 1550-1558 creó todas las pinturas» ya que, por una parte, «Borrás fue alumno de Juan de Juanes y consta que estuvo con el artista en 1550» y hay documentación que indica que «el retablo del Salvador se terminó en 1558», año en el que Borrás fue nombrado presbítero de esta iglesia contestana.

En las pinturas halladas se puede apreciar una técnica primitiva en Borrás «en la que resalta más el dibujo que la pintura» y se ven muchas influencias de Juan de Juanes.

Muy pronto estos trabajos de restauración de las pinturas, que por el momento ha sido limitado atendiendo al presupuesto, volverán a lucir con todo su esplendor.

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