Dos encapuchados asaltaron a punta de pistola en la noche del martes un cafetería de Castalla, disparando en su huida al propietario del establecimiento que, afortunadamente, no fue alcanzado. La bala impactó en la base de una de las mesas del bar junto a la que en ese momento se encontraba sentado un cliente, el cual también resultó ileso. Los asaltantes, a los que aguardaba un tercer individuo en un coche, se llevaron el dinero de la caja registradora.

Los hechos se registraron alrededor de las diez y media de la noche en la cafetería Mayca de Castalla, situada a la altura del número 85 de la avenida de Onil. Según la información facilitada a este diario, en el establecimiento se encontraban en esos momentos un cliente y el matrimonio que lo regenta, mientras que la hija de los propietarios estaba en la cocina con su abuela.

Fue en ese instante cuando irrumpieron en el local dos varones con los rostros cubiertos por pasamontañas, uno de los cuáles, de acento extranjero, amenazó a los presentes con una pistola. Tras hacerse con el dinero de la caja registradora -alrededor de 400 euros en metálico-, los ladrones emprendieron la huida seguidos por el dueño del bar, que tenía intención de ver hacia donde se dirigían.

Sin embargo, no pudo llegar a hacer tal cosa, porque el asaltante que portaba la pistola, el de mayor envergadura, descerrajó un tiro que afortunadamente no alcanzó al propietario ni a ninguna de las personas que se encontraban en el local.

La bala fue a impactar en la base de una mesa de aluminio a la que provocó un aparatoso boquete, y junto a la que se encontraba sentado el único cliente que permanecía en la cafetería a esas horas.

Los encapuchados subieron a bordo de un vehículo que los estaba esperando en la esquina más próxima al establecimiento, dándose a la fuga.

Agentes de la Guardia Civil estuvieron inspeccionando en la mañana de ayer el lugar de los hechos, de donde retiraron el casquillo de la bala. También procedieron a visualizar las grabaciones de las cámaras de seguridad, que al parecer, registraron la escena.

Milagro

La mujer que regenta el local junto a su marido no podía ocultar ayer su nerviosismo. Según señalaba, «al principio pensamos que se trataba de una broma, pero pronto nos dimos cuenta que la cosa iba muy en serio. La verdad es que nos asustamos mucho al ver la pistola, y más todavía cuando la dispararon. Fue un auténtico milagro que no le diese a nadie».

La cafetería permaneció durante la jornada de ayer cerrada, aunque la intención de los propietarios era la de reanudar la actividad en la jornada de hoy, una vez la Guardia Civil procedió a realizar las pertinentes averiguaciones.