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Alcoy

La Protectora prescindió del veterinario detenido por desconfiar de su trabajo

Los propietarios de un perro denuncian que les cobró ocho radiografías que no saben si pertenecen a su mascota, a la que además operó sin estar previsto

La Protectora prescindió del veterinario detenido por desconfiar de su trabajo

La Protectora de Alcoy prescindió de los servicios del veterinario detenido por operar animales de forma innecesaria al desconfiar de su trabajo. Los propietarios de un perro, además, han denunciado que les cobró ocho radiografías que no saben si pertenecen realmente a su mascota, a la cual además operó sin estar previsto con la excusa de aprovechar la anestesia que ya le había suministrado para en teoría colocarle un hueso en el sitio.

Tal y como informó ayer este diario, la Policía Nacional ha detenido en Alcoy a un veterinario de 46 años al que se le imputan delitos de maltrato animal, estafa y usurpación de estado civil. El apresado supuestamente realizaba operaciones quirúrgicas innecesarias a animales para cobrar indemnizaciones de las aseguradoras. También utilizaba los datos de identidad de sus clientes sin su conocimiento para dar de alta pólizas de seguros veterinarios a animales en muchos casos inexistentes, para después inventarse siniestros y cobrar las ficticias intervenciones.

También está acusado de realizar extracciones de sangre sin realizar las analíticas correspondientes, y de cobrar radiografías y endoscopias que en realidad no efectuaba.

Según ha podido saber este diario, el veterinario en cuestión llegó a estar trabajando para la Protectora de Animales y Plantas de Alcoy, a la que se ofreció. Las fuentes consultadas han señalado que aceptaron su propuesta al ofertar buenos precios y también calidad. Sin embargo, la entidad decidió posteriormente prescindir de sus servicios al desconfiar de su trabajo. Fue en un momento, además, en que ya circulaban con intensidad los rumores acerca de su forma de actuar.

«Modus operandi»

Un ejemplo de su «modus operandi» lo constituye Lolo, un perro al que el ahora detenido atendió en su clínica. Sus dueños, un matrimonio formado por Juan y Bea, explicaban ayer que llevaron a su mascota al veterinario como consecuencia de una caída sufrida desde el tercer piso de una casa. Narran que en un primer momento se quedó ingresado tres días para la realización de pruebas. «Salvo un neumotórax que eliminó con una aguja, nos dijo que no tenía nada», explican.

Poco después estuvo otros dos días ingresado porque no comía, y a las dos semanas otra vez porque la mascota cojeaba. «En ese momento nos dijo que tenía un hueso fuera del sitio, y que lo iba a sedar para intentar recolocárselo». Lo que no esperaban es que les llamase por teléfono para decirles que «como no podía, iba a aprovechar la anestesia para operarlo, dado que así nos saldría más barato».

Durante todo este tiempo les cobró ocho radiografías, «que después de lo visto, no sabemos si pertenecen a nuestro perro». Toda la atención les costó 1.300 euros, pese a que, explican, «nos hacía supuestos descuentos que nos parecían enormes, de 296, 30, 180, 157 y 490 euros en cinco facturas».

El matrimonio también señala que de cuatro vacunas sólo tienen el certificado de una, y que en una ocasión les preguntó si tenían el perro asegurado «no sabemos ahora con qué intenciones».

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