Ricardo de la Encarnación Albero ha sido nombrado nuevo decano del Colegio de Abogados de Alcoy en sustitución de Juan José Tortajada, que ha pasado a presidir el Consejo Valenciano de Colegios de Abogados. La falta de medios que sufre la justicia a nivel general es también el principal problema al que se enfrenta el partido judicial alcoyano, de ahí que reivindique mejoras a todos los niveles.

Los abogados y todos los profesionales relacionados con la justicia han venido quejándose reiteradamente de que los cuatro juzgados de los que dispone Alcoy en la actualidad son insuficientes...

Resulta una evidencia que lo ideal sería la creación un juzgado de lo penal y otro de lo social. Son enormes los gastos que esta carencia ocasiona, porque los juicios orales en el caso de lo penal se celebran en Alicante y hasta allí se tienen que desplazar abogados, testigos, Policía, Guardia Civil... En lo social sucede algo parecido, dedo que cuando pasamos la fase de conciliación también hay que viajar a Alicante.

¿Hay posibilidades reales de que esa demanda se convierta en realidad?

Pienso que estos juzgados serían más viables sin nos juntásemos los partidos judiciales de Alcoy e Ibi, porque habría un mayor volumen de casos y la reivindicación tendría más fuerza.

Sin embargo, desde Ibi siempre han existido ciertas reticencias hacia esta fusión...

Hay que verlo desde el punto de vista positivo. No se trata de absorber nada, sino de pura practicidad. La creación de estos dos juzgados sería un gran beneficio para ambos partidos judiciales y no sólo por comodidad, sino también por el ahorro de costes. Todo ello sin hablar de la agilización de la justicia y el desatasco para cuestiones como la violencia de género. En mi opinión, serían todo ventajas.

Desde la junta de jueces también se ha promovido una iniciativa para que en Alcoy se cuente con plazas de magistrado. ¿Cómo ve esa propuesta?

Sería también un indudable beneficio, y por supuesto respaldamos esa petición. Con todo, la creación de los nuevos juzgados vendría unido también a las plazas de magistrados. Al final, lo que se está reivindicando es que se ponga fin, dentro de lo posible, a la falta de medios que venimos sufriendo. Y en ese contexto quiero romper una lanza a favor de los funcionarios, que están protagonizando un gran esfuerzo por llevarlo todo adelante y con la mayor agilidad posible. Sin embargo, llega un momento en que milagros no se pueden hacer.

El actual Palacio de Justicia se ha quedado pequeño y totalmente obsoleto, aunque el nuevo, al que se van a trasladar ahora en la plaza de la Mare de Déu, tampoco parece satisfacer las expectativas de los profesionales.

La ubicación tiene sus limitaciones, sobre todo teniendo en cuenta que en los juzgados se encuentra el Registro Civil, y que es mucha la gente que va allí por ese motivo y no sólo por cuestiones relacionadas con la justicia. Tampoco el espacio es lo amplio que desearíamos. Pero es lo que hay y antes que rasgarse las vestiduras tendremos que trabajar allí lo mejor posible y, en nuestro caso, prestando los servicios de atención y orientación jurídica. Sin embargo, también tengo que decir que no me resigno a este emplazamiento, y que hay que seguir reivindicando una ciudad de la justicia como las que se han habilitado en otros municipios. Alcoy, desde luego, lo merece.

¿Cómo ve el panorama de la justicia a nivel general?

El problema de la falta de medios es general y está en todas partes, aunque resulta evidente que cuando más grande es la población también dispone de mayores medios. Pero creo que está todo parecido: en justicia no se invierte lo necesario, pero tampoco en cultura, educación o sanidad. Al final, lo que más valora la sociedad es lo que menos se prima, y eso tendría que cambiar. Por nuestra parte, desde los colegios vamos a seguir trabajando para intentar resolver los problemas de la abogacía valenciana, dando medios y formación para que los turnos de oficio funcionen y haya una alta calidad profesional, lo que repercute en un buen servicio a los ciudadanos.