El sector juguetero de la provincia de Alicante, radicado en su mayor parte en la Foia de Castalla, confía en haber alcanzado una facturación cercana a los 375 millones de euros tras el cierre de la campaña navideña. Las ventas, según las previsiones que se manejaban, pueden haberse incrementado alrededor de un 6%, después de la fuerte actividad comercial registrada en los días previos a la celebración de los Reyes Magos. La mejoría de la coyuntura económica ha propiciado que la industria del juguete empiece a manejar cifras similares a las de antes de la crisis.
El año que se acaba de cerrar ha sido positivo para el sector juguetero. Todavía con prudencia, a falta de conocer las cifras concretas, todo parece indicar que la facturación de las empresas españolas se habrá incrementado alrededor de un 6%, lo que les llevará a superar los 1.500 millones de euros.
El juguete de la provincia no escapa a esta realidad, por lo que maneja porcentajes muy similares. Así las cosas, la facturación de la industria juguetera alicantina, sin duda la más potente en el territorio nacional, estará situada en torno a los 375 millones de euros.
El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor, volvía a insistir en la fuerte estacionalidad a la que está sometido el sector. Según sus palabras, «en la última semana de la campaña de Reyes se concretan nada menos que un 10% de las ventas anuales, con lo que estamos hablando se unos días totalmente decisivos».
«Black friday»
La evolución de la actividad comercial ha sido positiva. «En noviembre -dijo- se vendió más de lo que suele ser habitual coincidiendo con el "black friday", y tras empezar diciembre un poco más flojo de lo normal, la cosa se ha ido animando después de forma progresiva, hasta alcanzar el grado máximo en la semana previa a los Reyes Magos».
Todos los indicadores apuntan a que las previsiones que se manejaban han acabado cumpliéndose, pese a que Pastor se muestra prudente en este sentido. «Todo parece indicar -señaló- que las ventas han funcionado, hasta el punto que hay productos que se han agotado. Pero no podemos cantar victoria hasta que no conozcamos las cifras oficiales, porque la fuerte estacionalidad a la que estamos sometidos propicia que cualquier incidencia de última hora pueda torcer las dinámicas».
Con todo, las expectativas están depositadas en alcanzar una facturación similar, sino superior, a la de años anteriores a la crisis, período éste último en que las ventas llegaron a caer alrededor de un 30%. La mejora de la coyuntura económica a nivel general ha propiciado esta recuperación de la actividad comercial, tanto en lo que respecta al mercado interior como al exterior.
Cabe reseñar, en este sentido, que las ventas nacionales del sector juguetero suponen el 60% de la facturación, mientras que el resto sale de las exportaciones, que no han parado de crecer incluso durante lo más crudo de la crisis.
