Los vecinos de Benillup, sobre todo los que viven en el sur de este municipio, muestran estos días su preocupación porque sus casas se encuentran a 40 metros de un precipicio. Y es que las intensas lluvias que se han registrado los últimos días en El Comtat han provocado, de nuevo, más desprendimientos en el barranco de Caraita. Un enclave que, en los últimos doce años, ha visto cómo ha ido perdiendo terreno debido a los corrimientos de tierra ocasionados por los episodios de precipitaciones abundantes. Y la situación empeora, después del último temporal.

Ayer, una vecina de este municipio, de cien habitantes, observaba cómo el agua había dado otro «mordisco» importante a un extremo del barranco. Ella recordaba que hace años ya solicitaron a la Generalitat que actuara con el fin de frenar la erosión. «Un día nos dijeron que habían 900.000 euros para realizar un proyecto y, al día siguente, nos comunicaron que no». Ya han pasado 6 años y, desde entonces, la administración autonómica no se ha puesto «manos a la obra» para contener la pared arcillosa de este barranco, que es afluente del Serpis.

Durante este tiempo, la ladera ha ido perdiendo densidad y la Universidad de Alicante ha realizado estudios, pero de momento, no se ha puesto solución.

En este sentido, los vecinos reclaman que «necesitamos una solución urgente. La Generalitat se tiene que preocupar de solucionar los problemas de la gente, tiene que invertir en los pueblos y garantizar su futuro», indican.

Desde el Ayuntamiento del municipio también reclaman prioridad para ejecutar actuaciones de refuerzo en la ladera.