El Ayuntamiento de Alcoy está habilitando aceras con el fin de completar una nueva «Vuelta a los Puentes» alternativa a la tradicional. La apertura del puente Francisco Aura ha creado nuevos hábitos de paseo, y en este caso se trata de una ruta urbana circular que, además del recientemente inaugurado, consiste en pasar por los viaductos de Canalejas, San Jorge y la Pexina.
Una de las rutas de paseo de Alcoy más tradicionales, por no decir la que más, es la denominada «Vuelta a los Puentes». Desde que en 1931 quedara abierto el puente de San Jorge, que conectaba el casco antiguo de la ciudad con la zona del Ensanche, los alcoyanos se aficionaron a pasear por una ruta urbana circular consistente en transitar por el citado viaducto, además del de María Cristina, de 1838, y San Roque, de finales del siglo XIX; una costumbre ésta que se ha mantenido inalterable hasta nuestros días.
Sin embargo, la inauguración en 2014 del nuevo puente Francisco Aura, que comunica el barrio del Viaducto con la Zona Norte, ha dado pie a una nueva «Vuelta a los Puentes» que cada vez cuenta con mayor número de adeptos. Se trata de transitar a pie por el citado pontón, además del de la Pexina, de 1863, San Jorge y el Viaducto de Canalejas, de 1907.
El Ayuntamiento, a la vista de que cada vez es más la gente que se decide por esta ruta, ha decidido llevar a cabo algunas actuaciones para facilitar el paseo y consolidar el itinerario. Según explicaba el concejal de Obras, Jordi Martínez, «nos dimos cuenta que a la altura de la calle Poveda, así como en la rotonda, faltaban las aceras situadas justo al lado por el que transitan los peatones en el puente Francisco Aura. Es por ello por lo que decidimos habilitrlas y de esta forma completar la nueva "Vuelta a los Puentes", que cada vez tiene más seguidores».
Seguridad
También se ha procedido a la colocación de una barandilla para reforzar la seguridad de los viandantes, así como un paso específico para los mismos en la propia rotonda.
Los trabajos llevados a cabo, por otro lado, han sacado a la luz la existencia de una serie de fugas en el alcantarillado de la zona, las cuáles se han podido solucionar reconduciendo las aguas a un pozo situado en la isleta de la rotonda, desde donde han quedado conectadas al colector.
