Iberdrola ha asegurado que las tarifas no subirán con la nueva subestación eléctrica proyectada en la Foia de Castalla, después de que los empresarios reclamaran conocer los costes que tendrá para ellos. La compañía, no obstante, reconoce que las nuevas infraestructuras deberán ser asumidas por diferentes agentes y en función de su naturaleza.

Tal y como informó este diario, los empresarios de la Foia han mantenido contactos con los alcaldes y la Conselleria para manifestar su preocupación respecto a los costes que tendrá para ellos la nueva subestación proyectada en Castalla.

Desde Iberdrola se informaba ayer que el precio de la tarifa no se verá incrementado para el usuario final con las nuevas instalaciones. Fuentes de la compañia explicaban que los peajes de acceso a la red que deben satisfacer los consumidores son únicos en todo el territorio nacional, fijados reglamentariamente, y sólo dependen de la tensión del suministro, por lo que la construcción de la subestación no afectará al valor del peaje.

Con todo, Iberdola también matizó respecto a las nuevas infraestructuras, que éstas deben ser financiadas por diferentes agentes en función de su naturaleza. Los desarrollos financiados por el sistema a través de los peajes se limitan a las necesidades por crecimiento vegetativo de la demanda y por remuneración de las infraestructuras existentes. Así, la nueva extensión de red que no responda al crecimiento vegetativo -desarrollos urbanísticos o solicitudes por encima de los derechos de extensión reconocidos- es a cargo del solicitante.

La compañía destaca que la obligación de asumir los costes de las nuevas infraestructuras a desarrollar por los solicitantes tiene por objeto, precisamente, evitar el incremento de las tarifas para todos los usuarios a través de los peajes, y que aquel sea satisfecho por quien se beneficiará del incremento del valor del suelo.