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La Junta de Jueces de Alcoy quiere plazas de magistrado

La iniciativa quiere conseguir estabilidad en la función judicial, tras verificar que cada sala ha tenido diez titulares o más en la última década

El nuevo Palacio de Justicia de Alcoy sigue sin fecha efectiva de estreno. JUANI RUZ

La Junta de Jueces de Alcoy ha aprobado esta semana iniciar el proceso para solicitar que las plazas del Partido Judicial sean de magistrado, una medida que, fundamentalmente, permitiría conseguir estabilidad para los profesionales. La iniciativa se justifica en el constante trasiego de jueces que ha provocado que cada juzgado haya tenido una media de «diez profesionales durante los últimos diez años, más en el caso del Juzgado número 3», explica la decana Laura Morell, titular del número 4.

El miércoles, las cuatro profesionales que integran ahora la Junta de Jueces acordaron «por unanimidad» formular una petición al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para que las plazas sean reconvertidas a magistrados. De acuerdo con los mecanismos habituales, el TSJ tendrá que remitirla a su vez a la dirección territorial de Justicia y todo tendría que concluir con una resolución favorable del Gobierno central, a través de un Real Decreto.

La demanda de plazas de magistrado para los juzgados de Alcoy ha sido constante en los últimos 25 años, pero siempre ha sido «de viva voz» o a través de los medios de comunicación, pero nunca de forma directa, según han explicado las fuentes consultadas. La intención de las juezas de Alcoy es de «hacerlo bien», de manera que se ha preparado un escrito oficial, que ya ha sido trasladado a los colectivos profesionales como abogados y profesionales, a la Fiscalía y también a los 28 ayuntamientos de l'Alcoià y El Comtat, con el objetivo de conseguir su adhesión.

De hecho, el colectivo de Procuradores ya la ha expresado en una asamblea celebrada con carácter inmediato y es previsible que el Colegio de Abogados otorgue su sostén incondicional, toda vez que se trata de una veterana reivindicación. Otro tanto es más que probable que ocurra con los ayuntamientos, empezando por el de Alcoy, que han denunciado de forma reiterada la situación complicada de la administración de justicia en el Partido.

«Es la única forma que tenemos de parar el constante goteo de jueces, sustitutos y sustitutos de sustitutos que tenemos, ya que la asignación de magistrados obliga a la permanencia, a la vez que también otorga algunas ventajas económicas, lo que puede contribuir a incrementar el atractivo para los profesionales», subraya la decana.

La realidad es que este «constante goteo» se puede incluso computar, ya que de acuerdo con la información disponible por la Junta de Jueces evidencia que en los últimos diez años cada juzgado ha tenido una media de diez profesionales al frente, una cifra que ha sido incluso superior en el juzgado número tres.

La existencia de asuntos complejos y arduos -como fueron los de Ardystil o la Caja de Crédito de Alcoy- provocaba que se eternizase su instrucción, ya que cada juez tenía que ponerse al día de los asuntos con posterioridad a su incorporación. Esta situación sigue persistiendo en la actualidad, aunque ha mejorado la disponibilidad de medios técnicos, que facilitan las labores.

La realidad es que los juzgados están en general sobrecargados, como evidencian los estadillos anuales del Consejo General del Poder Judicial, algo a lo que contribuye en gran parte la itinerancia de jueces.

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