Ha pasado ya un año desde que el Ayuntamiento de Alcoi confiara en nosotros para diseñar el cartel de las Fiestas de Sant Jordi. Doce meses que no han hecho mella alguna en un recuerdo que permanece en nuestras cabezas fresco, reciente e inmediato. Por derecho propio, el momento pasó instantáneamente a ocupar un lugar de honor en nuestra memoria vital: esa que solo encuentra acomodo en los pliegues que llevan de la cabeza al corazón.

Como alcoyanos, festeros y navegantes profesionales en las aguas de la creatividad y la artesanía, este sueño llevaba ya mucho tiempo asomando la patita en nuestras mentes. Nuestra conexión con esta ciudad, tan pródiga en talento vinculado a disciplinas como la pintura, la fotografía, la escultura o el diseño nos había llevado de forma natural a anhelar un encargo que, éramos conscientes, podía no llegar nunca.

Un regalo compartido

Por eso, cuando la alegría nos llegó, fue por partida doble. Literalmente. Porque no solo se nos presentaba la oportunidad de trabajar en algo que llevábamos tiempo imaginando.

Íbamos a poder hacerlo juntos. Los dos hermanos "Los Piñero Brothers" íbamos a poder compartir uno de los momentos más especiales de nuestras vidas y complementar nuestras respectivas disciplinas profesionales en un proyecto común que los dos entendimos como un regalo más que como un trabajo al uso.

Pronto comprobamos que ese regalo no era solo para nosotros. Tan pronto como se hizo pública la noticia, el asunto se transformó en un sentimiento compartido por familiares, amigos y conocidos. En un torrente de apoyo e ilusión colectiva que, en ocasiones, nos llegaba mediante las situaciones y los interlocutores más inesperados. Una señora desconocida por la calle. Un email espontáneo. Un comentario cazado al vuelo en un bar. De uno u otro modo, cada uno por nuestro lado, comenzamos a darnos cuenta de hasta qué punto el pueblo de Alcoi estaba con nosotros en esto.

Esta certeza resultó ser un arma de doble filo. Por un lado, nos animaba y nos impulsaba a dar lo mejor. Pero por otro lado, hacía más evidente la responsabilidad que el Ayuntamiento de Alcoi había dejado en nuestras manos: desde el principio, nos tomamos nuestra condición de diseñadores del cartel de las Fiestas de Sant Jordi como un cargo más de las mismas.

Un proyecto de todos

Nuestra primera decisión fue clara: queríamos hacer partícipe a la ciudadanía del proceso. Compartir con ellos, en la medida de lo posible, el viaje. Lo conseguimos de varias maneras. Para empezar, decidimos contrastar alguna de nuestras impresiones preliminares con una amplia selección de artistas y diseñadores que en algún momento de sus carreras se hubieran enfrentado al reto que ahora teníamos delante. Queríamos empaparnos de todo lo que cada uno de ellos había vivido en su día y lo hicimos en un almuerzo de trabajo que resultó ser un pistoletazo de salida tan inolvidable como enriquecedor.

Fue solo el primero de una serie de encuentros que nos permitieron acercar el proceso a la gente y, por otro lado, conocer personas dentro de la órbita festera que, cada una a su manera, nos ayudaron a comprender qué debía transmitir el cartel.

El último de estos encuentros, en el que coincidimos con los principales cargos de las fiestas, fue todo un Master en alcoyanía. En él pudimos comprobar algo que llevábamos percibiendo desde el primer día del proyecto: la pasión por las fiestas de Sant Jordi trasciende profesiones, ideologías y generaciones.

A medida que pasaban las semanas y las reuniones, se fue haciendo evidente que aquello, en realidad, suponía mucho más que el diseño de un cartel. Sus sentimientos asociados y compartidos por el pueblo de Alcoi trascendían las escuetas dimensiones del tradicional marco de madera exhibido durante las fiestas en la Plaza del Ayuntamiento.

Decidimos tomarnos aquel hallazgo al pie de la letra. Convertirlo en el centro de nuestro proyecto: no solo íbamos a diseñar un cartel. También íbamos a tratar de que sucedieran cosas fuera de él.

Redescubriendo a Sant Jordi

A medida que nos documentábamos en torno a los iconos tradicionalmente asociados a las fiestas de Sant Jordi, la fascinación por el propio patrón de la ciudad fue creciendo. Sant Jordi se reveló como un auténtico punto de encuentro de culturas, leyendas y devociones humanas. Reconocido como el componente más universal del Santoral, es además uno de los ejemplos más claros del fenómeno conocido como sincretismo: es de las poquísimas figuras presentes en las tres principales religiones monoteístas (cristianismo, islamismo y judaísmo).

Esta condición de nexo entre personas de razas, credos y entornos muy distintos nos convenció de que la imagen de Sant Jordi debía ser la protagonista absoluta del cartel.

Nos planteamos visualizar a un Sant Jordi distinto, pero reconocible por el ciudadano de la ciudad. Una versión del patrón que respetara la tradición, pero apoyándose en un espíritu contemporáneo cercano a códigos visuales habituales en la estética editorial o el mundo de la moda.

El primer paso fue contar con la colaboración del Sant Jordiet para encarnar y humanizar al mito, al conocer la idea, tanto el como su familia se volcaron de lleno en el proceso cargados de entusiasmo. El segundo, arroparlo con una combinación de técnicas que aportaran un valor diferencial al cartel.

La elaboración

La tradición industrial, textil y artesana del pueblo alcoyano marcó de un modo importante el proceso de elaboración de la obra. Expertos en diversas disciplinas colaboraron para alcanzar el resultado final. El atuendo de Sant Jordi, planteado como una yuxtaposición entre la tradición y una aproximación más actual a la figura del patrón, supuso la confección de una pieza exclusiva de vestuario que suavizara la naturaleza guerrera del peto comúnmente asociado al santo.

La muralla sugerida en el entorno que le rodea fue construida ex profeso para el cartel, que en su versión final toma la forma de una aerografía híper-realista que tiene como base una sesión fotográfica realizada en estudio por especialistas del equipo de diseño.

El marco de la obra, habitualmente ajeno a esta, fue sustituido por una sola pieza metálica que formaba parte integral del conjunto, aportando volumen e información asociada a las fiestas y a la propia figura de Sant Jordi.

La presentación de la presentación

El propio evento de presentación del cartel también debía ser distinto. Planteamos una locución previa que contextualizara el diseño final e invitara a los asistentes a reflexionar en torno a la figura de Sant Jordi. El texto, hecho voz y corazón por el simpar Juli Mira, creó un ambiente de expectación a la altura de nuestro patrón.

Un punto de encuentro

Una de las premisas y los retos que nos habíamos fijado fue conseguir que el concepto vertebrador del cartel trascendiera el propio lienzo y sirviera como base para acciones asociadas.

El resultado de este propósito se tradujo en la celebración de un encuentro al que asistieron importantes representantes de las tres grandes religiones monoteístas.

Durante el evento, titulado "Sant Jordi, Punto de Encuentro de culturas, leyendas y devociones" y organizado por el Ayuntamiento de Alcoi con la colaboración de la Asociación de Sant Jordi, se hizo hincapié en la visión que cada religión tiene del patrón de la ciudad, así como en los puntos de contacto que su figura presenta entre las distintas fes. La conversación, celebrada en L´Agora, fue moderada por Pepa Fernández, presentadora del programa de RNE "No es un Día Cualquiera".

El encuentro no solo nos sirvió para explorar y poner en valor la figura de Sant Jordi. También fue una gran ocasión para abrir la ciudad de Alcoi al exterior: diversos medios nacionales se hicieron eco de la iniciativa y dieron difusión a ese sentimiento que tanto nos gusta compartir a los alcoyanos.

El evento nos proporcionó, además, la oportunidad de iniciar una relación directa con varios de los participantes en el mismo, que quisieron, espontáneamente, vivir la fiesta desde dentro. Una prueba más de la legendaria capacidad de nuestro santo para establecer puentes.

¿Qué nos ha dado el cartel?

Sí, ha pasado un año desde el comienzo del proyecto. En breve, se anunciará al responsable del cartel de este año al que, por supuesto, brindaremos todo nuestro apoyo. Pero nosotros seguimos teniendo la sensación de que esto no ha acabado. La semilla plantada y la puesta en valor de la figura de Sant Jordi sigue dando sus frutos: recientemente, se han puesto en contacto con nosotros diversos teólogos y catedráticos de historia para plantear el proyecto del libro - El Corazón de Jorge -

Por eso, cuando nos preguntan eso de "¿Qué os ha dado el cartel?" nos gusta responder en clave de futuro: creemos que aun le queda mucho por darnos. A nosotros y con ello a nuestras fiestas y a nuestra querida ciudad de Alcoi.