Casi coincidiendo con el derrumbe de una pilastra en la Glorieta de Alcoy, por la colisión de un camión, la manzana de Rodes sufrió un incidente similar, en este caso por el deterioro acuciante de la estructura de este antiguo complejo industrial. La caída de cascotes de la fachada, justo en la esquina entre las calles Agres y Vistabella, obligó a apuntalar la estructura y a acordonar la zona, para evitar males mayores.

A primera hora de la mañana del pasado viernes, se registró la intervención de los servicios técnicos municipales, que comenzaron a trabajar con el fin de resolver la incidencia. A media mañana, el alcalde, Antonio Francés, explicaba a este diario que «la situación está controlada», después de que se esté trabajando para consolidar la zona afectada.

En un primer momento, la Policía Local procedió al acordonamiento con barreras, para evitar que los peatones pasasen justo por debajo, a la vez que se colocaron puntales metálicos en el quicio de la puerta con el objeto de impedir su desplome. La labor de saneamiento y consolidación efectuada el pasado viernes contribuyó a reducir los eventuales riegos, como indicó Francés.

El estado de la manzana de Rodes es lamentable desde hace muchos años y de hecho el anterior gobierno del PP ya tuvo que actuar en la parte de la calle Salvador Allende ante el riesgo del edificio se viniera abajo. En aquella parte se colocaron anclajes de refuerzo en la fachada, con una inversión de unos 20.000 euros. No obstante, en el interior del complejo la ruina es casi absoluta, al haber sufrido derrumbes de importante magnitud.

En estos momentos, como significó Francés, el Ayuntamiento de Alcoy dispone de una partida de 120.0000 euros para actuaciones de urgencia en el complejo, con el fin de consolidar las estructuras existentes. El objetivo del gobierno del PSOE pasa por licitar el plan director antes de fin de año, para lo cual cuenta con un presupuesto de 250.000 euros.

La intención del ejecutivo local va dirigida a utilizar la manzana de Rodes para habilitar un importante complejo de promoción económica y de uso social y cultural, cuya materialización costaría unos 4 millones de euros, de los que se ha pedido a la Diputación de Alicante que subvencione la mitad.

Además, se está consumando un proyecto de participación pública, para concretar los elementos específicos que se enclavarán en el recinto, situado en el barrio de Santa Rosa.