Más de tres años han transcurrido desde que el anterior jefe del Consell, Alberto Fabra, presentase junto a los promotores un proyecto como el traslado de La Española a la Canal, que en aquel momento estaba cogido con pinzas. A partir de ahí entraron las prisas y se agilizaron al máximo los trámites con una ATE repleta de lagunas que además pasó olímpicamente de la opinión del Ayuntamiento de Alcoy. El resultado es que a día de hoy el tema está empantanado en los juzgados y con el tufo de que fue utilizado con intereses electorales.